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‘MADiSON’, el videojuego “más terrorífico de todos los tiempos” es argentino

De acuerdo con un estudio británico, el título creado por Alexis Di Stefano puede generar una frecuencia cardiaca de hasta 131 pulsaciones por minuto cuando es jugado

Un fotograma del videojuego 'MADiSON'.
Un fotograma del videojuego 'MADiSON'.Blodious Games
Andrés Rodríguez

Alexis Di Stefano tenía prohibido consumir contenido de terror. Todo lo sangriento lo tenía vetado. Recuerda que sus padres los tenían a él y a sus hermanos en una “cajita de cristal”. Su primer contacto con los videojuegos fue a través de un vecino que los invitó a jugar con su PlayStation. Tenía unos ocho o 10 años, según recuerda, cuando experimentó el título Clock Tower 2: The Struggle Within, del género de horror de supervivencia. “Desde ese momento me explotó la cabeza”, afirma y se dijo a sí mismo “quiero saber más de esto”. Pudo experimentar por primera vez cómo era asustarse a propósito, sentir la adrenalina, la ansiedad, el nerviosismo y tener los pelos de punta por placer a causa de este tipo de entretenimiento.

A partir de ese momento, fue un camino sin retorno. Comenzó a jugar todos los videojuegos “habidos y por haber” de terror de PlayStation. Su cabeza se alimentó de sagas clásicas del género como Resident Evil, Dino Crisis, Silent Hill, Clock Tower, por mencionar algunas, lo que después le llevó a generar afición por el género en distintos formatos. Desde chico comenzó a pensar en cómo sería diseñar un videojuego de terror, sin saber qué procesos se requerían para materializar ese sueño. 17 años después, a sus 27, Di Stefano no solo materializó los sueños de ese niño, los excedió.

Un momento del 'gameplay' del videojuego.
Un momento del 'gameplay' del videojuego.Blodious Games

Di Stefano, de Buenos Aires, es propietario de Bloodius Games, estudio a cargo del desarrollo de MADiSON, videojuego que fue elegido por distintos portales especializados como el mejor título de horror de supervivencia de 2022 y catalogado como el “más terrorífico de todos los tiempos”, según un estudio realizado por el proyecto británico Science of Scare.

“Recuerdo estar estudiando en la universidad y decir ‘bueno, mi sueño en este momento sería crear una mesa, una silla o un arma que puedan utilizarlo en algún Resident Evil que vaya a salir. La vida me demostró que ese no era mi tope, y que un par de años después los mismos actores de la adaptación de Resident Evil iban a estar presentando MADiSON en un evento en Alemania, es una cosa de locos”, le cuenta a EL PAÍS.

Sciense of Scare se dedica, desde 2020, a clasificar y medir distintos contenidos de terror a través de una metodología establecida. Para la clasificación de videojuegos de terror tomaron en cuenta una muestra de 200 personas, las cuales se sometieron a jugar una lista de 45 títulos seleccionados de los últimos 30 años disponibles en consolas de distintas generaciones de PlayStation, Xbox y en computadora. En cada caso los usuarios estuvieron sujetos a un control de la frecuencia cardiaca. En ese monitoreo se midió el impacto promedio en reposo, 65 latidos por minuto, en comparación con el pico más alto.

Clasificación de los videojuegos que quedaron entre los más terroríficos, realizado por Science of Scare.
Clasificación de los videojuegos que quedaron entre los más terroríficos, realizado por Science of Scare.Broadband Choices

MADiSON mantuvo a los jugadores en una frecuencia cardiaca de 97 latidos por minuto, o el equivalente a sostener un trote moderado constante. En su pico más alto, durante un susto fuerte, las personas llegaron a los 131 latidos por minuto. El juego tiene lugar en una gran casa, donde el usuario toma el control de Luca, un joven de 16 años que recibe una cámara instantánea por su cumpleaños. Dicho objeto perteneció a una asesina serial 30 años antes, y a través de ella se contactará con el protagonista para darle fin a un macabro ritual.

Di Stefano estudió diseño y programación de videojuegos, carrera en la que se matriculó en 2014. Su tesis de licenciatura fue un prototipo de lo que se convertiría en MADiSON. No fue hasta el año 2018 que junto a David Lovera, su amigo en la universidad y programador del juego, que se pusieron manos a la obra en la versión final que vio la luz en 2022.

Crecí coleccionando videojuegos de terror y hoy hay gente que colecciona mi videojuego. Durante estos cinco años, más o menos, de desarrollo estuvo como ese miedo de decir bueno, ¿valdrá la pena todo este trabajo? ¿Podré vivir de esto en una economía como la de Argentina? Honestamente, jamás imaginé que el juego podría llegar a PlayStation, Xbox o Nintendo Switch ”, afirma Di Stefano incrédulo.

Di Stefano planteó la historia de MADiSON como un guion cinematográfico, inspirado —aparte de los videojuegos de su niñez— en películas como Insidious o El conjuro (ambas del director James Wan), con mucha carga narrativa para que se sienta como una película de terror, lo más realista y cinematográfica posible. “Quise asustar y apuntar a un tipo de terror que me generó muchos sentimientos cuando era pequeño, como es el tener miedo en un ambiente que nos hace sentir protegidos, como el interior de nuestras casas, pero que también sea el escenario de sus peores pesadillas”, afirma el director de Bloodious Games.

Los fondos para el desarrollo de MADiSON llegaron de los ahorros de Di Stefano cuando trabajaba en distintos proyectos relacionados a la industria de los videojuegos, de su labor como técnico en una radio y de personas que creyeron en el proyecto, a través de campañas de mecenazgo. El boca a boca fue una de las mejores herramientas de marketing del título, incluyendo el interés de famosos streamers y Youtubers que experimentaron el juego, entre los que se pueden nombrar a AuronPlay, El Rubius e Ibai Llanos, por mencionar algunos.

Incluso, dentro de la comunidad de jugadores, las comparaciones no hicieron falta, llamando a MADiSON como el sucesor espiritual de P.T., un adelanto jugable de videojuego dirigido y creado por la mente del reconocido diseñador Hideo Kojima y el aclamado director Guillermo del Toro —distribuido por el gigante japonés Konami—, que aterrorizó hace ocho años a los usuarios y se convirtió en objeto de culto. “La comparación es muy loca y gratificante. Poner a Konami, con un gran presupuesto, a Kojima y a Del Toro, frente a dos chicos que cuando empezamos a remarla desde Argentina, teníamos 21 o 22 años, lo cual quiere decir que no estamos lejos del tope de gama de grandes empresas”, precisa Di Stefano.

Aun habiendo vivido el mejor año comercial y de estar en boca de todos lleno de elogios, MADiSON y el trabajo de Bloodious Games aún no finaliza. Recientemente fue anunciado, a través del medio especializado en videojuegos de EE UU IGN, que la creación de Di Stefano incursionará en la realidad virtual a través de la plataforma de PlayStation. Aunque en forma de una pesadilla de horror de supervivencia, el sueño de ese niño amante del miedo sigue volando alto.

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Andrés Rodríguez
Es periodista en la edición de EL PAÍS América. Su trabajo está especializado en cine. Trabaja en Ciudad de México

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