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Claves de la nueva prestación por desempleo para la cultura y las otras medidas del Estatuto del Artista

El Gobierno aprueba la compatibilidad entre la pensión de jubilación y los ingresos por actividades creativas y una cuota específica para los autónomos del sector con ingresos por debajo de 3.000 euros

La vicepresidenta y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, durante la rueda de prensa de hoy. Foto: JAVIER LIZÓN (EFE) | Vídeo: EUROPA PRESS
Tommaso Koch

Hace tiempo que la cultura se acostumbró a ser un personaje secundario para la política española. Casi siempre ausente en los debates electorales, apenas mencionada en los programas de los partidos o en las declaraciones de los distintos Gobiernos. Hoy martes, sin embargo, los empleados del sector se volvieron al fin “protagonistas” de la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, en palabras de la vicepresidenta y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz. “Es un día muy especial. Somos feministas, ecologistas, pero hoy somos también el Gobierno de los trabajadores de la cultura”, agregó.

La razón llegó justo después, cuando Díaz desgranó las tres medidas reivindicadas durante años por las artes y aprobadas al fin hoy por el Ejecutivo a través de un real decreto, como adelantó EL PAÍS: una prestación por desempleo adaptada a la intermitencia del empleo cultural; la compatibilidad de la pensión de jubilación con rendimientos por actividades artísticas y otras conexas, y una cuota especial para autónomos de estos ámbitos laborales con ingresos por debajo de 3.000 euros.

“Hay muy pocos países que cuenten con esta protección y España da un paso adelante”, señaló Díaz. Dio las gracias a los ministros de Cultura y Deporte, Miquel Iceta, y de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, partes integrantes del proyecto; a la subcomisión ad hoc que lo impulsó en el Congreso; y, sobre todo, a los trabajadores culturales, tanto por su paciencia e insistencia —”llevan años movilizándose y reivindicando lo que hoy aprobamos”— como por su colaboración en una negociación “muy compleja, ya que no son lo mismo las relaciones laborales para las artes escénicas, musicales o plásticas”. A continuación, resumimos las claves de las medidas que se volverán realidad a partir de su publicación en el BOE, presumiblemente mañana miércoles.

Un paro adaptado a la intermitencia. A menudo se asocia a la cultura con las estrellas y su envidiada vida, como recordó Díaz, pero la mayoría del sector trabaja en la sombra y entre enormes dificultades. Algunos días o semanas las oportunidades llueven, pero siempre llegan los meses de silencio, dudas e ingresos nulos. Por eso el Gobierno crea una prestación específica de desempleo adaptada a la intermitencia del trabajo cultural. Para acceder a ella, hará falta cumplir con uno de estos dos requisitos: 60 días cotizados en los últimos 18 meses; o 180 en los últimos seis años, frente a los 360 que se exigen normalmente. El subsidio durará 120 días.

La cuantía llegará hasta el 100% del IPREM (Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples, el índice empleado habitualmente para la concesión de ayudas) para las cotizaciones que superen los 61 euros. Por debajo, se recibirá un 80%. Díaz subrayó que la medida afecta a los artistas en el sentido más amplio, “ensanchándolo a todos los técnicos del sector”. Y aclaró, por si acaso, que quien pueda y prefiera acogerse al subisidio general por desempleo será “por supuesto” libre de hacerlo. “La prestación es compatible con la percepción de derechos de la propiedad intelectual y de imagen”, informa además un comunicado emitido por el Ministerio de Cultura y Deporte.

Seguir creando tras la jubilación. “Se extiende la compatibilidad del 100% de la pensión de jubilación con la actividad artística”, afirma el comunicado de Cultura. Los beneficiarios de una pensión no contributiva también podrán aprovechar la medida, siempre y cuando, eso sí, los ingresos por su actividad creativa no superen el salario mínimo interprofesional (1.000 euros al mes, actualmente), como matizó Díaz. Culmina así una larga lucha de los artistas, que llegaron a denunciar a través de la plataforma Seguir Creando que sufrieron multas y retiradas de la pensión por los rendimientos generados por sus obras.

Desde 2019, ya se pueden recibir derechos de autor a la vez que la pensión. Pero, ahora, también se aplicará a las actividades artísticas y “conexas (por ejemplo, una conferencia asociada a la presentación de un libro, y no sólo a los derechos de propiedad de la obra). Además, la compatibilidad se extiende más allá de los artistas, intérpretes o ejecutantes de artes escénicas, audiovisuales o musicales, alcanzando también a los profesionales que realicen actividades técnicas o auxiliares necesarias”, escribe Cultura. “El Gobierno quiere que la gente de la cultura pueda seguir contribuyendo a su país a pesar de estar jubilada”, agregó Díaz.

Una nueva cuota de autónomos específica. “Para los artistas autónomos de bajos ingresos (iguales o inferiores a 3.000 euros anuales), se incorpora una cotización reducida: en 2023 se fija una base de cotización para ellos de 526,14 euros, que supone una cuota mensual de 161 euros. La base se irá actualizando en años siguientes. Además, en atención a la irregularidad de muchas de las actividades de este colectivo se abre la posibilidad a solicitud del interesado de que el plazo de ingreso de las cuotas sea trimestral, en vez de mensual”, detalla el comunicado.

Dos comisiones. Díaz anunció también la creación de dos grupos de trabajo, integrados por trabajadores de los ministerios competentes y representantes sindicales y del sector cultural. Uno estudiará e impulsará el reconocimiento de ciertas enfermedades profesionales derivadas de las actividades artísticas. El otro se dedicará a “medidas de reconocimiento de la intermitencia en el ámbito laboral y de la Seguridad Social de los artistas y trabajadores autónomos de la cultura”, según Cultura.

El Estatuto del Artista, más cerca de su culminación. Han pasado cuatro años y medio desde que, en verano de 2018, todos los partidos acordaron un informe de 75 puntos para la elaboración del llamado Estatuto del Artista. El paso del tiempo y los retrasos en su aprobación dejaron a la cultura expuesta a la intemperie durante la pandemia, que golpeó al sector con cierres forzosos y pérdidas de hasta la mitad de su público en varios ámbitos. A estas alturas, la mayoría de medidas ya son ley y las tres anunciadas hoy suponen otro paso agigantado hacia adelante. Aunque quedan todavía frentes abiertos, como retenciones específicas del IRPF.

Un sector inestable e intermitente. Las profesiones culturales emplearon, en 2021, a 690.800 personas, el 3,5% del mercado laboral, en datos del Ministerio de Cultura y Deporte. Pero solo el 66,6% era asalariado, frente a la media general del 84,1%. Y apenas uno de cada dos cuenta con un contrato indefinido, nuevamente por debajo de la media nacional (63%). El universo empresarial muestra la misma inestabilidad: la expresión “industria cultural” se refiere en realidad a un sector donde el 67,1% de las 128.741 empresas registradas no tiene ningún empleado (es decir, se trata de un autónomo en solitario) y el 26,8% suma entre uno y cinco.

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Sobre la firma

Tommaso Koch
Redactor de Cultura. Se dedica a temas de cine, cómics, derechos de autor, política cultural, literatura y videojuegos, además de casos judiciales que tengan que ver con el sector artístico. Es licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad Roma Tre y Máster de periodismo de El País. Nació en Roma, pero hace tiempo que se considera itañol.

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