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El amor en los tiempos del terrorismo etarra

El periodista Emilio Alfaro publica la novela ‘Matar, amar’, la historia de un asesino arrepentido que inicia una relación con la viuda de su víctima

Mikel Ormazabal
El periodista Emilio Alfaro el pasado 13 de septiembre en San Sebastián.
El periodista Emilio Alfaro el pasado 13 de septiembre en San Sebastián.Javier Hernández

Matar y amar tienen grafías muy parecidas. Solo hay una letra que convierte el significado de ambos términos en opuestos e irreconciliables: la t de terrorismo. La muerte y el amor, la violencia y el cariño, empapan toda la trama de Matar, amar (Editorial Alberdania, 334 páginas), la primera novela del periodista Emilio Alfaro (Mendigorria, Navarra, 67 años). La historia está ambientada en un lugar imaginario del País Vasco, durante los años más siniestros y crueles del terrorismo etarra. Luke, un militante de la “Organización” —en ningún momento el autor cita a ETA— que participa en el asesinato de un joven teniente de la Guardia Civil, acaba enamorándose años más tarde de Marisol, la viuda de este agente. ¿Acabará confesándole que fue él uno de los autores del crimen de su marido? ¿Será suficiente el amor que le profesa para quedar redimido del asesinato que cometió?

Matar, amar se adentra en la dimensión moral de dos personajes completamente dispares que tratan de reconstruir sus vidas a partir de un acontecimiento crucial: un asesinato con bomba. Más de cuatro décadas de ejercicio periodístico, primero en El Correo y después en EL PAÍS, también en los gabinetes de prensa de los exlehendakaris José Antonio Ardanza y Patxi López, han llevado a Alfaro a armar una “pura ficción” en la que se suceden numerosos episodios que recuerdan la realidad vivida durante los años del terrorismo de ETA que golpearon a la sociedad vasca y española. Todo surgió de una vieja idea que le rondaba desde finales de los años ochenta: “¿Qué pasaría si un terrorista arrepentido se enamorase de su víctima?”, explicó Alfaro durante la presentación de la novela en San Sebastián.

La huella terrorífica que ETA ha dejado en la historia reciente es un terreno abonado para la ficción literaria, opina Alfaro. El periodista, ya jubilado, aclara que Matar, amar no es un tratado sobre la violencia en Euskadi, sino “una obra de ficción situada en lo que ha pasado, con muchos elementos reconocibles” de la crónica negra provocada por la organización armada. Confía más en la historia que en la memoria o en la literatura a la hora de reflejar fielmente a las generaciones futuras lo que realmente sucedió y en qué contexto se produjo el terrorismo. Durante la lectura se intuyen episodios históricos recientes muy relevantes, como el secuestro de Ortega Lara o el asesinato del concejal del PP Miguel Ángel Blanco, entre otros sucesos macabros provocados por ETA.

En la novela, Luke es uno de los miembros del comando que asesina al guardia civil Juanjo. Marisol queda viuda estando embarazada. Nada más cometerse el atentado, el protagonista llega a reconocer que ni siquiera sabía el nombre de la persona que había matado. “Era un enemigo, un txakurra, sí, pero hasta los perros tienen un nombre”, piensa Luke. Este cae detenido, ingresa en prisión por otros atentados que había cometido y comienza a experimentar un tormentoso proceso de arrepentimiento. Un profundo sentimiento de culpa, acentuado durante un encuentro con una víctima de la “Organización” en la que militaba, lleva a Luke a tomar la decisión de pedir perdón a Marisol en persona.

La relación amorosa

“El terrorista no decide ir al juez, porque eso le supondría más años de cárcel. La culpa le corroe y opta por acudir a la viuda y dejar en sus manos la decisión de ponerlo en manos de la justicia o de perdonarle”, desvela Alfaro. El encuentro entre victimario y víctima da origen a una relación amorosa entre ambos. Él piensa que dedicándose en cuerpo y alma a ella quedará redimido de su culpa, pero la mala conciencia, el recuerdo permanente del crimen que persigue a Luke acaban envenenando la convivencia. En el libro, Marisol le dice: “Por favor, Luke, dime algo. El silencio no es la solución. Nada es tan grave que no pueda contarse. No te lo guardes, déjate ayudar. ¿No ves que te quiero?”.

Matar, amar gira en torno a “dos personajes principales zarandeados por el destino, movidos por fuerzas fatales que no controlan, y situados dentro de otra tragedia que empapa sus vidas: la violencia terrorista que hemos sufrido”, explica el autor. “El amor inconveniente, el odio, la culpa, el arrepentimiento, la amistad traicionada, la posibilidad no realizada del perdón, son algunos de los ingredientes de la historia”, añade. Alfaro señala que “como en las grandes tragedias griegas, los personajes de la novela se ven superados en todo momento por unas fuerzas superiores que les impiden cumplir su voluntad”. Alfaro no ha tenido que documentarse para escribir Matar, amar. El oficio periodístico le ha ayudado a tranzar la trama: “No voy a volver a abordar este asunto en otro libro”, dice con un ejemplar en la mano. Ya ha arrancado con su segunda novela, de una temática completamente diferente a la de su estreno literario.

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Sobre la firma

Mikel Ormazabal
Corresponsal de EL PAÍS en el País Vasco, tarea que viene desempeñando durante los últimos 25 años. Se ocupa de la información sobre la actualidad política, económica y cultural vasca. Se licenció en Periodismo por la Universidad de Navarra en 1988. Comenzó su carrera profesional en Radiocadena Española y el diario Deia. Vive en San Sebastián.

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