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La huella cultural de Lady Di, 25 años después de su muerte

El mito y la persona se fundieron en una sola figura el 31 de agosto de 1997. Ofrecemos una selección de películas, series, canciones y libros para repasar la vida de Diana de Gales

Kristen Stewart, como Lady Di, en 'Spencer'.

Este miércoles 31 de agosto se cumplen 25 años del fallecimiento de Diana Spencer, princesa de Gales, Lady Di para la mayor parte de la humanidad, en un accidente de coche que convirtió a una figura fascinante de finales de siglo XX en una leyenda, en la princesa del pueblo. Si en vida ya había recibido una desaforada atención mediática, una vez fallecida su historia ha inspirado numerosos productos culturales: películas, telefilmes, documentales, musicales, libros biográficos y de ficción. A continuación, una selección por materias.

Cine

Spencer (2021). Pablo Larraín decidió, que si la vida de Diana de Gales se había convertido en una historia de terror rodeada de silencios, vacío y fantasmas, así había que rodarla. “El misterio que envolvía a Diana es seductor. Es una paradoja que aumenta el interés cuanto más incomprensible es. Para el cine, eso es valioso: los espectadores tienen una imagen previa de Diana y tras ver la película cada uno crea su versión”, contaba el chileno en su estreno. Para este drama con aroma a cuento de Henry James, Larraín contó con una fiel colaboradora: Kristen Stewart. Puede que físicamente no se parezcan, pero en sus gestos, sus movimientos y su comportamiento, traslada al público a aquella temporada asfixiante en que Lady Di entendió que solo le quedaba el divorcio como tabla de salvación vital. Disponible en Prime Video.

Diana, el musical. No podía ser menos. Alguien con una vida tan corta y marcada por la desgracia, era carne de cañón de musical. Basado en el libro de Joe DiPietro, la obra, dirigida por Christopher Ashley, se estrenó en el californiano La Jolla Playhouse en marzo de 2019. No fue mal, y al cerrarse la temporada saltaron a Broadway, en el teatro Longrace, donde agendaron el estreno de una versión más larga para marzo de 2020. Ahí comenzó el desastre. Tras un año de parón por la pandemia, se anunció el estreno para noviembre de 2021. Pero los habituales pases previos de Broadway hicieron saltar las alarmas: ni atraía gente, ni tenía fuerza. Finalmente, tras 33 representaciones y 16 preestrenos, con la sala al 51% de su capacidad, el telón cayó sobre Diana abruptamente el 16 de diciembre de 2021. Existe una grabación del musical, que levanta testimonio del desastre. En verano de 2020 Ashley filmó una representación-ensayo, que se estrenó en Netflix el pasado octubre: logró nueve nominaciones y cinco premios (incluido peor película) en los últimos Golden Raspberry, los antiOscar.

Diana (2013). La aproximación a Diana de Gales dirigida por Oliver Hirschbiegel (El hundimiento) fascina por lo desastrosa que es. Ni siquiera el talento de Naomi Watts, que se transformó de manera fiel a Lady Di, salva esta película, que se centra en los dos últimos años de vida de la princesa y en su supuesto romance con el cirujano pakistaní Hasnat Khan. Disponible en HBO Max.

Telefilmes

El terreno en el que más recorrido ha tenido la figura de Diana de Gales. Por su origen, por su historia de amor, por la posterior de desamor y sus nuevos enamoramientos. En 1982 ya se emitió El romance real de Carlos y Diana, con Catherine Oxenberg como protagonista y dos secundarios de lujo encarnando a la reina madre y el príncipe Felipe de Edimburgo: Olivia de Havilland y Stewart Granger. Más Dianas para la pequeña pantalla: Caroline Bliss —ex chica Bond, le dio vida en 1982 en Charles & Diana: A Love Story, con Christopher Lee como Felipe de Edimburgo―; Nicola Formby —en 1992 en Las mujeres de Windsor, sobre Diana de Gales y Sarah Ferguson—; Serena Scott Thomas —la hermana de Kristin, interpretó a la princesa en 1993 en Diana, su verdadera historia, basada en el libro de Andrew Morton—; Julie Cox — actriz de Los crímenes de Oxford, dio vida a Lady Di en su relación con el capitán James Hewitt en Una princesa enamorada (1996)—, y Genevieve O’Reilly —ahora popular como Mon Mothma en el universo Star Wars, la encarnó en Diana: los últimos días de una princesa (2007), un documental ficcionado—. Además, Tress MacNeille le puso voz en el episodio de Los Simpson Whiskey Business (episodio 527, temporada 24) donde la princesa aparecía como holograma junto a Ghandi.

Series

The Crown. La referencia irrefutable. Ya se la ha visto de joven en su cuarta temporada encarnada por Emma Corrin, que lo hizo estupendamente, y en la quinta y sexta tendrá el rostro de Elizabeth Debicki, excepcional intérprete de la que solo se puede esperar una Diana ajustada y verdadera.

Documentales

Como no podía ser menos, hay numerosos documentales centrados en esta figura. En este 25º aniversario, las televisiones británicas tiran la casa por la ventana. Destacan dos: Investigando a Diana, muerte en París, de Channel 4 y Discovery Plus, indaga en las investigaciones del accidente realizadas por la brigada criminal francesa y Scotland Yard, y se han emitido estos días sus cuatro episodios. Y The Princess, de Sky, dirigida por Ed Perkins, que muestra su vida y su relación con los fotógrafos usando imágenes de archivo. Esta serie, traducida como La princesa (La vida de Lady Di), se estrena en La Sexta el 31 de agosto.

Libros

Diana, Her True Story, Andrew Mortobn (Simon Schuster). Si hay un libro que puede probar la fuerza y la controversia de la figura de Diana de Gales es este. Publicado en 1992, Lady Di negó cualquier relación con la obra. En 1997, sin embargo, el autor publicó las transcripciones de todas las grabaciones y las revelaciones de una vida triste y frustrada cobraron todavía más fuerza. Hay una versión en español de 1992, pero es prácticamente inencontrable. Quizás el libro más revelador que se ha escrito sobre su figura.

Reina de corazones, July Heiland (Planeta). La novela que cuenta el camino de Diana Spencer hasta la cumbre, las decepciones y el desamor. La trama se inicia en 1978, tres años antes de la boda con el príncipe Carlos, y trata de ser una pequeña epopeya de la lucha de una mujer por encontrar su camino. Literatura de sobremesa, llena de sentimientos exaltados y prosa ligera.

Portadas de los libros de Lady Di.
Portadas de los libros de Lady Di.

Imagining Diana, Diane Clehane (Metabook). Un experimento interesante: imaginen la vida de Diana de Gales proyectada al futuro más allá del 31 de agosto de 1997. Eso es lo que hace esta novela en la que la protagonista sobrevive al fatídico accidente en París y rehace su vida llena de lujos, con una nueva pareja, apartamento en el Upper East Side neoyorquino, anillos de compromiso despampanantes y acuerdos prematrimoniales de 100 millones. Nunca sabremos cómo podría haber sido su vida, pero la apuesta es divertida.

Remembering Diana. (National Geographic). En el vigésimo aniversario de su muerte se publicó este libro con 100 imágenes de la princesa del pueblo. Las fotografías repasan los mejores momentos de la vida pública de Diana de Gales y sacan a relucir toda su clase ante la cámara. El prólogo de la periodista, biógrafa y amiga de Diana, Tina Brown, autora además del best seller The Diana Chronicles, vale más que muchos libros publicados sobre esta figura.

Canciones

Candle in the Wind, Elton John. La más popular. Se hace complicado desligar la figura de Lady Di de esta canción. Y el caso es que Elton John y su colaborador de cabecera, Bernie Taupin, la compusieron para Marilyn Monroe en 1973, once años después la muerte de la actriz. Luego la recuperó el cantante inglés en 1997 para su amiga Lady Di, y ya son inseparables.

Lady Di, Los Inhumanos. Los valencianos dedicaron una canción a la princesa bastante antes de su fallecimiento, en 1983. Irónicos y despreocupados, como les gustaba, en el tema se declaran a la Princesa de Gales pasando incluso por encima de su marido: “Lady Di, Lady Di, mi amor es para ti. / Yo sé que Carlos no es obstáculo entre los dos. / Buckingham Palace será nuestro nido de amor”.

Lady Di, Richard Clayderman. Curioso: el rey de la balada al piano prefirió un ritmo acelerado para homenajear a la princesa. Se debe, en parte, a que el tema se lanzó para celebrarla y no para llorarla. En 1982, un año después de la boda de Diana y Carlos, puso en las tiendas esta canción de alegre melodía y, como siempre en este hombre, de resultado melifluo.

Princess Die, Lady Gaga. Eran otros tiempos, cuando Lady Gaga estaba comenzando su carrera y tenía un puntito de transgresión que luego fue matizando para entrar en todos los hogares del mundo. En 2013, Gaga quería incluir la canción Princess Die en su tercer disco, Artpop, pero su discográfica la convenció para que no lo hiciera porque “era un tema que encendía muchas sensibilidades”. La cantante neoyorquina tragó, pero la interpretó en la gira con una rabia especial (ya la había estrenado en directo en 2012). Ella siempre asumió que era un homenaje a la Princesa de Gales, pero la letra era tan turbia como Gaga en aquella época: “Desearía poder enfrentarme a ello, pero tomé las píldoras y deje una nota”. O: “Princesa muerta, quiero verla llorar./ Princesa muerta, queremos verla llorar”. Así presentó la canción en un recital de la época: “La princesa Diana siempre ha sido una de las personas más importantes en mi vida y en la de mi madre. Creo que esto va a generar polémica, pero me da igual. Vamos a dedicar un momento del concierto a rendirle homenaje”.

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