_
_
_
_
_

Buenos Aires homenajea a Xul Solar, el artista total argentino

El Museo Nacional de Bellas Artes dedica una muestra al inclasificable pintor y 'escribidor' en el 130 aniversario de su nacimiento

Un hombre observa máscaras en la muestra 'Xul Solar. Panactivista' del Museo Nacional de Bellas Artes, en Buenos Aires.
Un hombre observa máscaras en la muestra 'Xul Solar. Panactivista' del Museo Nacional de Bellas Artes, en Buenos Aires.Daniel Baca

Xul Solar (San Fernando, 1887 - Tigre, 1963) irrumpió en la cultura argentina como un cometa. Un ser libre, sin maestros ni discípulos, el inclasificable artista dedicó su vida a inventar un mundo utópico a través de la pintura, la música, nuevas lenguas y una integración de las distintas religiones y corrientes místicas y esotéricas. En el 130 aniversario de su nacimiento, el Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA) homenajea con una exposición a quién se autodefinió como "pintor, escribidor, duodecimal y catrólico (ca-cabalista, tro-astrológico, li-liberal, co-coísta o cooperador"). La ambiciosa muestra Xul Solar. Panactivista que se inaugura este martes reúne más 180 obras, entre acuarelas, témperas, objetos, máscaras, manuscritos, ilustraciones y documentos personales de este artista total.

Comisariada por Cecilia Rabossi, la exposición refleja el cruce interdisciplinar de toda su producción, con especial énfasis en la música, la arquitectura, las ciencias ocultas y el lenguaje. En obras como Impromtu de Chopin (1949) el visitante puede ver la traducción visual que Xul Solar realizó de los primeros cuatro compases del Impromptu Opus 29 del compositor polaco. Su afición por la música y los inventos confluye en el dulcitone -un armonio que adaptó con tres hileras de teclas coloridas- y hay expuestas también otras de sus invenciones, como el panajedrez, máscaras zodiacales articuladas y las dos caras de las cartas de su panlengua proyectadas en el suelo.

'Impromptu de Chopin', acuarela pintada por Xul Solar en 1949.
'Impromptu de Chopin', acuarela pintada por Xul Solar en 1949.

"Creo que el espectador lo que más conoce es la obra plástica de Xul", subraya Rabossi sobre la producción pictórica del artista, caracterizada por acuarelas de pequeño formato, con colores vivos y mezcla de formas. La única excepción es 7 Rishes (1943/1944), un cuadro de gran formato sin firma, pero atribuido al pintor, quien lo habría realizado por encargo. Rabossi considera que el público argentino no conoce tanto las otras facetas de este referente de la vanguardia argentina de principios del siglo XX, por lo que propone abordarlas a través de los seis núcleos temáticos que dividen la muestra: "Arte y literatura: Xul y sus amigos", "Músico visual", "El mundo de las lenguas", "Espacios habitables", "Lo místico, lo esotérico y lo oculto" y "Grafías plastiútiles. Una escritura plástica". En cada uno de ellos se recrea parte de la carta astral del artista, que da la bienvenida a la muestra.

Junto a las pinturas y dibujos es también posible escuchar la voz de Xul Solar a través de una instalación sonora en la que se reproduce una de sus conferencias. Los curiosos pueden también observar su letra en los numerosos apuntes expuestos y asombrarse ante el catálogo de bocetos de construcciones que le interesaban y en las que se inspiró para crear su serie de pinturas sobre ciudades futuristas.

'Paisaje' (1932), de Xul Solar.
'Paisaje' (1932), de Xul Solar.

Aunque el recorrido no es cronológico, sí se diferencia su etapa europea, entre 1912 y 1924, en la que vivió a caballo entre París, Londres, Milán y Florencia. En esta última ciudad trabó amistad con el pintor argentino Emilio Pettoruti y eligió el nombre artístico que reemplazaría al de nacimiento, Alejandro Óscar Schulz Solari, tal y como cuenta Álvaro Abós en la biografía Xul Solar, pintor del misterio (Sudamericana). El joven artista alternó su residencia en los centros artísticos europeos con visitas regulares a la ciudad genovesa de Zoagli, donde se instalaron su madre y su tía.

"Europa le da mayor formación, trae muchísima música, va a teatros y también una ordenación a nivel de lo visionario", señala Rabossi. Poco antes de volver hacia Argentina, junto a Pettoruti, Xul Solar deja claro ya su deseo de explorar nuevos caminos que le permitan alejarse de "la tutela moral de Europa". "Asimilemos sí lo digerible, amemos a nuestros maestros, pero no queramos más nuestras únicas Mecas en ultramar (...) ", escribió el pintor en 1923.

A la amistad con Pettoruti se le sumó en Buenos Aires la del escritor Jorge Luis Borges. La viuda del genial cuentista, María Kodama, elogió en la pre-inauguración de la muestra la fantasía inagotable del pintor frente a un ejemplar de Borges de El idioma de los argentinos ilustrado por Xul Solar. "Hombre versado en todas las disciplinas, curioso de todos los arcanos, padre de escrituras, de lenguajes, de utopías, de mitologías y astrólogo, perfecto en la indulgente ironía y en la generosa amistad, Xul Solar es uno de los acontecimientos más singulares de nuestra época", escribió de su amigo el maestro de las letras argentinas. La muestra del MNBA reivindica a este panactivista único y polifacético.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_