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Cataluña amaga ahora con abandonar la alianza con Madrid y otras regiones europeas que pide suavizar las normas anticontaminación

La Generalitat pide al grupo de presión rectificar las palabras de uno de sus miembros, aunque no se desmarca del documento en el que se piden excepciones al cumplimiento de la futura norma

Panorámica de la ciudad de Barcelona, durante un episodio de contaminación.
Panorámica de la ciudad de Barcelona, durante un episodio de contaminación.Carles Ribas
Manuel Planelles

La Generalitat de Cataluña sopesa ahora abandonar la alianza Iniciativa de Calidad del Aire de las Regiones (AIR, por sus siglas en inglés), de la que forman parte también la Comunidad de Madrid y seis regiones europeas más, entre ellas varias italianas gobernadas por la Liga Norte, de extrema derecha. Así se lo ha hecho llegar por carta a los miembros de dicha alianza, tras la polémica petición de este grupo para flexibilizar las futuras normas contra la contaminación y que la nueva legislación europea contra la polución contemple excepciones a su cumplimiento “para regiones específicas”. Todo bajo el argumento de que la futura norma comunitaria, que en estos momentos están negociando las instituciones europeas, debe contener “límites ambiciosos pero realistas”.

El grupo AIR fijó su posición el pasado mes de octubre en un documento relativo a la revisión de la normativa de calidad del aire de la UE. Pero no fue hasta este miércoles cuando se presentó oficialmente en el Parlamento Europeo ese posicionamiento común por parte de los representantes de tres regiones del norte de Italia, que también dijeron hablar en nombre de Cataluña, Madrid y el resto de miembros de AIR. Tras desvelar EL PAÍS este documento y su presentación en Bruselas, se sucedieron en España las críticas hacia los responsables de las dos comunidades autónomas que se han adherido a esa petición de rebaja de la futura norma comunitaria. El Ministerio para la Transición Ecológica, por ejemplo, consideró que se trata de una propuesta “indecente” que “pone en riesgo la vida de las personas”. “La salud de los ciudadanos está en juego”, añadió el departamento que dirige la vicepresidenta tercera del Gobierno, Teresa Ribera. “No se pueden relajar las medidas encaminadas a reducir la contaminación”.

Los expertos en contaminación y salud y los ecologistas consultados por este diario también se han mostrado muy críticos con la propuesta y con la participación de Cataluña en esta alianza. Por ejemplo, María Neira, directora del Departamento de Salud Pública y del Ambiente en la Organización Mundial de la Salud (OMS), ha advertido de que “rebajar la ambición en los estándares de calidad de aire significa niveles altos de contaminación y, en consecuencia, muertes asociadas al cáncer de pulmón, ictus, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, enfermedades cardiovasculares, más casos de asma, afectaciones neurológicas…”.

Tras estas reacciones negativas, la Generalitat ha enviado este viernes dos cartas a Bruselas intentando matizar su posición y en las que deja abierta la puerta a abandonar el grupo AIR. La primera va destinada a François Wakenhut, jefe de la Unidad de la Dirección General de Medio Ambiente de la Comisión Europea. La segunda a todos los miembros de AIR.

En estos escritos, el departamento d’Acció Climàtica, Alimentació i Agenda Rural catalán, que es el que firma la carta y que los ha difundido también a los medios de comunicación, la Generalitat no se desvincula del documento aprobado en octubre por todos los miembros de AIR. Sino que centra sus críticas en las declaraciones que realizó durante la presentación del documento en Bruselas el presidente de la región de Lombardía, Attilio Fontana (de la Liga Norte), que entre otras cosas aseguró que las medidas europeas contra la contaminación son “absolutamente irracionales”.

A esas palabras, y no al fondo del asunto, es a lo que se agarra ahora la Generalitat para dejar abierta la puerta a abandonar AIR. “Han causado confusión y daño al trabajo y la credibilidad de la Generalitat de Cataluña”, se indica en una de las cartas enviadas este viernes. “Espero que estén de acuerdo en que se trata de una situación lamentable que pone en tela de juicio la continuidad de la Generalitat de Cataluña dentro de AIR. Por lo tanto, me gustaría que considerara rectificar el malentendido causado por las intervenciones durante el evento y aclarar dónde se encuentra la posición actual de AIR. Espero con interés recibir su respuesta a las cuestiones planteadas en esta carta”, se señala en el escrito dirigido a las ocho regiones que forman parte de esta alianza nacida en 2011 y que desde entonces ha mantenido una posición común durante las actualizaciones de las normas europeas contra la contaminación que se han acometido.

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En estos momentos, Bruselas es escenario de un importante debate sobre el endurecimiento de las directivas de calidad del aire para que la normativa comunitaria se acerque a los límites de exposición a los principales contaminantes que recomienda como seguros la OMS. El organismo, tras revisar la literatura científica generada en los últimos 15 años, decidió en septiembre de 2021 endurecer esos umbrales para las partículas en suspensión de menos de 2,5 micras de diámetro (PM₂,₅), las partículas de menos de 10 micras (PM₁₀), el ozono (O₃), el dióxido de nitrógeno (NO₂), el dióxido de azufre (SO₂) y el monóxido de carbono (CO). Y, tras ese posicionamiento, el pasado año, las instituciones europeas arrancaron el proceso para actualizar las directivas para tratar de acercarse a las recomendaciones de la OMS, que se espera que se cierre este año. Es en este contexto en el que se enmarca el documento de AIR y la presentación en la Eurocámara.

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Sobre la firma

Manuel Planelles
Periodista especializado en información sobre cambio climático, medio ambiente y energía. Ha cubierto las negociaciones climáticas más importantes de los últimos años. Antes trabajó en la redacción de Andalucía de EL PAÍS y ejerció como corresponsal en Córdoba. Ha colaborado en otros medios como la Cadena Ser y 20 minutos.

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