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El Centro Nacional de Huracanes vigila una anomalía meteorológica próxima a Canarias

Es un sistema de características tropicales que puede convertirse en ciclón en menos de cinco días en la costa occidental de África, pero todavía es pronto para tener un pronóstico preciso

Mapa de situación de las tres perturbaciones que vigila el NHC.
Mapa de situación de las tres perturbaciones que vigila el NHC.NHC
Victoria Torres Benayas

Esta temporada de huracanes está siendo muy anómala y ahora mismo se está gestando una anomalía más relativamente cerca de Canarias, a cuyo tiempo puede llegar a afectar durante el fin de semana, ha advertido la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) este miércoles. Se trata, explica su portavoz, Rubén del Campo, de una onda tropical que se está moviendo desde el interior del continente africano hacia su costa occidental y que tiene un 50% de probabilidades, carta o cruz, de convertirse en un ciclón —término que engloba a las depresiones tropicales, tormentas tropicales y huracanes dependiendo de la fuerza de sus vientos de 60 a 120 kilómetros por hora—. De hacerlo finalmente, puede afectar a Canarias el fin de semana en forma de fuertes lluvias y vientos, pero todavía es pronto para tener un pronóstico preciso.

El Centro Nacional de Huracanes (NHC, por sus siglas en inglés), que es el organismo encargado de monitorizar la formación, pronóstico e impacto de los ciclones tropicales en el Atlántico, está vigilando dicha onda, que, desde el interior de África, puede salir al océano en las inmediaciones de Cabo Verde y trasladarse en los próximos días sobre aguas oceánicas en dirección al norte. En su viaje al norte, prosigue Del Campo, “encontrará las condiciones favorables para su intensificación”, es decir, aguas cálidas, por lo que este miércoles “se estiman en un 50% las probabilidades de que se transforme en un ciclón dentro los próximos cinco días”. El martes, las probabilidades eran de un 20%, a primera hora de la mañana de este miércoles, subieron al 40% y a media mañana, al 50%.

De momento, el fenómeno no tiene nombre, ya que el NHC lo bautizará solo en el caso de que evolucione a ciclón. En lo que va de temporada han sido nombradas las tormentas tropicales Alex, Bonnie y Colin, el famoso huracán Danielle, que llegó a España rebajado a borrasca, y los también huracanes Earl y Fiona y la tormenta Gaston. En la actualidad, el NHC vigila tres perturbaciones, de la que la de Canarias es la dos y la segunda que más posibilidades tiene de acabar siendo ciclón, tras otra generada en el sur de las Antillas, cuya probabilidad es del 90%. De convertirse en ciclón alguna de ambas, y es posible según Del Campo que se forme antes la de las Antillas, sería Hermine. La siguiente, que puede ser la de Canarias, recibiría el nombre de Ian.

Lo curioso de este potencial ciclón no es su germen, dónde se puede estar formando, sino su posible trayectoria. “Muchos ciclones tropicales se forman a partir de ondas en el interior del continente africano que salen al Atlántico por Cabo Verde, lo que es raro es el probable desplazamiento paralelo a las costas de África hacia el norte. Normalmente, lo que hacen es dirigirse a mar abierto y enfilar hacia el Caribe”, indica Del Campo.

Se trata de otra rareza más de una temporada en la que ha habido que esperar a agosto para la aparición del primer huracán. “Es la primera vez que ocurre en 25 años que no hay ningún huracán en junio y julio”, anota el meteorólogo. Sin embargo, después de un verano con muy escasa actividad ciclónica, “el Atlántico ha despertado y ya van siete, a los que se pueden sumar dos más en los próximos días”.

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Al margen del interés científico que suscita, lo importante es qué consecuencias tendrá. “La predicción de este tipo de sistemas tropicales y su trayectoria está sujeta a muchas incertidumbres y, aunque está previsto que se desplace hacia el norte en paralelo a la costa africana, todavía no se puede determinar en qué grado afectará a Canarias”, reconoce Del Campo, para añadir que hay que esperar a que el NHC ofrezca su cono de trayectorias más probable.

Ahora mismo, esta perturbación se encuentra a unos 1.500 kilómetros de Canarias y la gran pregunta es cuánto se puede acercar. Los últimos pronósticos apuntan a que “las bandas nubosas asociadas al posible ciclón tropical dejen lluvias” a partir del sábado en las islas, especialmente en las occidentales y en Gran Canaria. Ese día, serían “de débiles a moderadas”, pero podrían “ganar en intensidad al día siguiente”. También es posible que pueda dar lugar a rachas de viento muy fuertes en las cumbres. El primer estadio de un ciclón, la depresión tropical, tiene velocidades de vientos sostenidas de 62 kilómetros por hora, de 63 y 118 es una tormenta tropical y a partir de 119, huracán. Hoy por hoy, “la probabilidad de que los vientos más intensos afecten al archipiélago es muy baja”, es decir, que vaya a impactar en las islas o que el ojo se vaya a acercar mucho. “Conforme se vaya haciendo más predecible” en los próximos días, Aemet irá informando de la evolución de la perturbación.


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Sobre la firma

Victoria Torres Benayas
Redactora de la sección de Madrid, también cubre la información meteorológica. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Navarra, cursó el máster Relaciones Internacionales y los países del Sur en la UCM. En EL PAÍS desde el año 2000, donde ha pasado por portada web, última hora y redes, además de ser profesora de su escuela entre 2007 y 2014.

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