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Kast capitaliza el voto republicano: las esquirlas de la elección en la que la extrema derecha se convirtió en el primer partido de Chile

A 11 días de las elecciones por el Consejo Constitucional, en las que el Partido Republicano de José Antonio Kast alcanzó un 35% de los votos, analistas políticos, expertos y encuestas postelectorales intentan explicar el fenómeno

Rocío Montes
José Antonio Kast
José Antonio Kast en diciembre de 2021, en Santiago.Esteban Felix (AP)

Las elecciones del 7 de mayo pasado, donde 12,4 millones de chilenos sufragaron para elegir a un nuevo Consejo Constitucional, con un 85% de participación, siguen marcando la política chilena, a 11 días del evento electoral. Diversas encuestas postelectorales intentan explicar lo sucedido en Chile, sobre todo respecto del fenómeno del Partido Republicano –de la extrema derecha, cercana a Vox–, que se convirtió en el principal partido del país con un 35% de los votos y casi 3,5 millones de respaldos, lo que no sucedía para una sola fuerza política desde 1965. De acuerdo a la encuesta Data Influye de mayo, de la consultora de opinión pública Tú Influyes, el 30% considera que los republicanos ganaron la elección porque tienen una posición clara ante la migración y la delincuencia, dos de los temas que preocupan mayormente a la sociedad chilena. De acuerdo al sondeo, dado a conocer este miércoles, el 23% estima que esta fuerza política capturó el voto de los que rechazaron en el plebiscito constitucional de septiembre pasado, cuando un 62% de la ciudadanía echó abajo la primera propuesta de nueva Constitución, profundamente transformadora y cargada a la izquierda.

De acuerdo a Data Influye de este mes, los chilenos se sienten principalmente cautelosos frente al segundo intento de cambiar su Carta Fundamental (23%), que no ha despertado gran movilización ciudadana o, como han reconocido algunos líderes políticos, como la presidenta de los socialistas, Paulina Vodanovic, genera hartazgo. Los otros calificativos que marcan este proceso, según la encuesta, son: escepticismo (16%), esperanza (15%), rabia (10%) y miedo y resignación (ambos con un 9%). Sobre la actitud de los partidos al interior del Consejo Constitucional, que comienza a trabajar el 7 de junio próximo, hay más gente que cree que los 23 consejeros del Partido Republicanos serán obstruccionistas (45%) que propositivos (37%). Sobre el Frente Amplio de Gabriel Boric –parte de la lista oficialista que obtuvo el segundo lugar en las elecciones con el 28%– prácticamente empatan los que auguran que tendrá una actitud obstruccionistas respecto de los que creen que serán propositivos: 35% contra un 33%, respectivamente. Mientras los republicanos tendrán 23 miembros en el Consejo Constitucional, todo el oficialismo unido tendrá 16 escaños, sin siquiera alcanzar el poder de veto dentro del órgano.

El 17 de diciembre habrá un plebiscito de salida donde los chilenos, nuevamente, deberán decidir si aprueban o rechazan el texto que redactará el Consejo Constitucional. Respecto de este punto, el 49% indica que “hay que esperar qué sale de ahí”, el 24% tiene una postura más bien en contra y el 14% tiene una postura más a favor.

Estos 11 días tras las elecciones han sido de mucho análisis junto a los primeros movimientos de piezas de las distintas fuerzas políticas. El líder del Partido Republicano, José Antonio Kast, se ha esmerado en dar fuertes señales de moderación: “Esperamos que la nueva propuesta deje conforme a la mayoría de los chilenos, no a la mayoría del Partido Republicano”, aseguró en una entrevista el domingo, a una semanas de que Chile asistiera masivamente a las urnas. La postura de Kast, sin embargo, no ha sido seguido al pie de la letra por todos los republicanos. El consejero Luis Silva, abogado de 45 años, que obtuvo 700.000 votos, batiendo un récord de respaldo, tuvo una intervención muy polémica el mismo domingo: “¿Por qué cresta [¿por qué diablos?] siendo mayoría tenemos que llegar a acuerdos con la minoría?”. El republicano que posiblemente presida el Consejo Constitucional, tuvo que retractarse a las horas, para seguir la línea de su partido: “Nosotros estamos dispuestos a conversar siempre y haremos todos los esfuerzos para sacar este proceso adelante, y eso necesariamente incluye escuchar al otro e incorporarlo al debate, lo que haremos”, dijo luego.

Entre los cientistas políticos hay al menos dos teorías sobre lo que ocurrió hace dos domingo en Chile: el voto obligatorio y la inscripción automática incorporó a un grupo de votantes que son sobre todo de derecha o, más bien, existe un voto antisistema que no tiene relación con el clivaje izquierda-derecha. En el primer grupo está Pablo Longueira, histórico dirigente de la UDI, partido de la derecha tradicional. “La inmensa mayoría que se ha incorporado con el voto obligatorio sufraga por la derecha”, dijo el exsenador y exministro en un documento a sus compañeros de partido.

Es Kast, sin embargo, el que capitaliza los resultados de la elección del 7 de mayo en Chile. De acuerdo a encuesta postelectoral Plaza Pública Cadem, la imagen positiva del líder republicano ha subido a un 54% –ocho puntos más que la última medición antes de las elecciones–, con lo que queda en su nivel más alto desde 2018. Según el mismo sondeo, el líder del Partido Republicano registra un alza en su intención de voto, al consultársele a los encuestados espontáneamente por su preferencia presidencial, con miras a las votaciones de fines de 2025. El abogado conservador de 57 años llega a un 27% en esta medición –siete puntos más que en la última encuesta–, mientras que la alcaldesa de la derecha tradicional Evelyn Matthei lo sigue en segundo lugar con un 9%, con una caída de cuatro puntos.

Para el 86%, según este mismo sondeo, la gran noticia de la jornada electoral chilena fue el triunfo del Partido Republicano. Y una de cada dos personas que votó por sus candidatos declaró que la principal razón para hacerlo fue “la mano dura contra la delincuencia, el narcotráfico y la inmigración y el orden público”. Solo un 18% de los que votaron los los candidatos de la extrema derecha lo hizo “por tener una nueva Constitución con la que pueda estar de acuerdo” y un 16% para rechazar el Gobierno de Gabriel Boric (16%).

Plaza Pública Cadem muestra que para la mayoría de la gente, un 56%, el principal perdedor de la jornada electoral chilena fue el actual Ejecutivo chileno que, sin embargo, mantiene estable su aprobación en un 30%, con una desaprobación de un 65%.

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Sobre la firma

Rocío Montes
Es jefa de información de EL PAÍS en Chile. Empezó a trabajar en 2011 como corresponsal en Santiago. Especializada en información política, es coautora del libro 'La historia oculta de la década socialista', sobre los gobiernos de Ricardo Lagos y Michelle Bachelet. La Academia Chilena de la Lengua la ha premiado por su buen uso del castellano.

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