Basquiat, Hirst y Haring, en una exposición sobre los ídolos actuales
10 obras de arte contemporáneo componen 'Idolatry', en la Fundación Blueproject
“Dios está muerto” y lo que queda es una ‘nada infinita”, repite el lunático creado por Nietzsche en La Gaya Ciencia, que también se pregunta si debemos volvernos dioses para llenar el vacío.
Dioses no, pero sí especialistas en inventar juegos sagrados, como lo demuestran las 10 obras de arte contemporáneo que componen Idolatry, la exposición de la Fundación Blueproject, en la que el leitmotiv es comprobar las consecuencias del pensamiento de Nietzsche en el arte actual. “Las obras son una muestra de los ídolos con que hemos sustituido a Dios, como la tecnología, el consumismo y el entretenimiento”, explican los comisarios Renato Della Poeta y Aurélien Le Genissel. Es el caso de Kleptomaniac (1988), una obra —inédita en España— de Jean-Michel Basquiat, donde el espectador se encuentra a los pies de un dios fantasmal que en realidad es un estafador. “Este hombre avaricioso no podría ser más actual visto los escándalos de corrupción que rodean a políticos y banqueros”, señala Della Poeta. Unos contemporáneos sometidos al dinero, pero también a los farmacéuticos, sugiere el collage de Hirst, que ha pegado al lienzo píldoras, productos que proporcionan una aparente felicidad.
“La tristeza y la fragilidad no son aceptadas socialmente”, recalca Le Genissel. A veces se intenta evitarlas como parece hacer la figura danzante de Keith Haring en Untitled#9 (BDance), que utiliza el entretenimiento para rehuir sus dudas existenciales. Más explícita no podría ser la escultura de Robert Williams, Diamond in a goat's ass (2009), en la que un pomposo camarero sirve en su bandeja una enorme cabra con un gigantesco diamante metido en su culo. El de Williams no es la única joya que brilla en la sala: en 2004 el artista Vik Muniz creó con miles de diamantes, Diamond Divas, seis retratos de iconos del espectáculo símbolos del éxito y de la imagen como Romy Schneider, Sofía Loren, Catherine Denueve, Maria Callas, Brigitte Bardot y Monica Vitti: sensuales, desafiantes, misteriosas y altivas, incitan a otra reflexión postnietzscheiana sobre la relación que queremos con la divinidad. "Al crear nuestro ídolos, decimos lo que deseamos, tememos o soñamos", apunta Le Genissel que deja claro que el objetivo de la exposición, abierta hasta el 22 de junio en este nuevo local del Born, "es ofrecer un espejo de la sociedad, no hacer crítica social" mediante autores que se han enfrentado a la nada infinita y en cuyas obras se entrevé, perdido, el perfil del loco de Nietzsche.
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