Tejeria amonesta a Hasier Arraiz por llamar “fascista” a Sémper

La presidenta del Parlamento, Bakartxo Tejeria, ha decidido que el castigo impuesto al parlamentario de EH Bildu y presidente de Sortu, Hasier Arraiz, por llamar “fascista” a Borja Sémper desde el escaño durante un pleno ordinario es una amonestación. La decisión se basa en que Arraiz ha reconocido haber insultado a Sémper, pero que ha explicado a la presidenta que no tuvo el “ánimo de ofender”.

Esta sanción es la más suave entre las posibilidades que incluye el reglamento para infracciones de carácter leve como la de Arraiz, que tiene como castigo más contundente la inhabilitación por un mes. El reglamento especifica que la amonestación se puede hacer en privado o por escrito “conminando el cumplimiento de la obligación”. Tejeria no ha querido hacer declaraciones a los medios, pero sí lo ha hecho Antón Damborenea (PP), que ha denunciado que la sanción que correspondía en este caso era la de inhabilitación por un mes, ya que entre las tres posibilidades que existen, la de la inhabilitación recoge expresamente los casos en los que el acto sancionado “consista en proferir palabras […] ofensivos al decoro de la Cámara o de sus miembros”. Sin embargo, el encabezado recoge un “podrán imponerse” que da margen a Tejeria para hacer lo que estime oportuno.

La presidenta ha comunicado esta mañana al resto de miembros de la Mesa del Parlamento que cerrará así el expediente abierto contra el parlamentario de la coalición, después de que PP y UPyD denunciaran la actitud de Arraiz durante el pleno. Entonces, la presidenta no amonestó a Arraiz en el momento pese a que tanto Sémper como el parlamentario de UPyD, Gorka Maneiro, se lo reclamaron. Minutos después, antes de que finalizara el pleno, Tejeria señaló que no toleraría actitudes como esa y aseguró que no había escuchado el exabrupto.

Damborenea, ha criticado la “simple” amonestación, una “sanción menor” para su partido, y ha asegurado que la actitud de Tejeria y del PNV “no es la que correspondería con un presidente que defiende los derechos de todos los parlamentarios, se trata más de quedar bien con algún grupo”. Por ello, ha reclamado a la presidenta que aplique el reglamento a todos por igual y se ha lamentado de que “no cabe ni recurso ni queja”. Pese a todo, ha valorado que “pasamos de no querer sancionar nada a sancionar algo, porque hace quince días se hablaba de que aquí no ha pasado nada”.