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Una explicación de por qué la lepra es tan valenciana como el arroz

La Universitat de València inaugura una exposición permanente sobre divulgación científica y médica

Imagen del homenaje a Darwin celebrado en la Universitat de València en 1909, publicada en la revista Actualidades
Imagen del homenaje a Darwin celebrado en la Universitat de València en 1909, publicada en la revista Actualidades

"Si vols viure poc i fer-te ric, ves-t'en a Alberic; si en vols més, a Massalavés". Es un refrán que se acuñó cuando la malaria hacía estragos en  la comarca de la Ribera, de manera que, como se explica en la exposición inaugurada este jueves en el Palau de Cerveró de Valencia, los beneficios productivos del cultivo del arroz estaban asociados a perjuicios sanitarios que se traducían en "altos niveles de mortalidad".  No se trata de una muestra más, sino del arranque de una exposición permanente más entretenida de lo que el muy severo título de Colección científico-médica de la Universitat de València, 1. Ciencia y sociedad podría dar a entender, porque despierta la curiosidad del espectador a base relatos y materiales históricos que acercan el saber científico al saber común.

La exposición se articula en torno a cinco preguntas abiertas que se corresponden a otros tantos módulos temáticos. La opción de hacerse rico pero vivir poco en Alberic entronca con la pregunta sobre cómo movilizan las enfermedades los recursos sociales y en el caso valenciano tres enfermedades centran la atención: el paludismo, la viruela y la lepra. En la segunda de éstas se sigue la pista de Balmis, el médico alicantino que llevó la vacuna de la viruela a Latinoamérica. Y en cuanto a la tercera, "la lepra era una enfermedad valenciana", ha afirmado uno  de los miembros del comité científico, al señalar un mapa de España con el detalle de la incidencia de esta enfermedad por regiones. 

Las cuestiones planteadas son una invitación a examinar el modo en que la medicina, la ciencia y la tecnología han contribuido a transformar las sociedades actuales, "al mismo tiempo que reflexionar de manera crítica en relación con los problemas del presente", explican los organizadores. La primera pregunta se refiere al papel de los expertos en la ciencia y se ejemplifica en el papel de la familia Peset, bien conocida, y alguien más conocido internacionalmente que en España, como fue el doctor valenciano Mateu Orfila i Rotger (1787-1853), uno de los mejores toxicólogos de Europa y creador de la ciencia de los venenos, tan aplicada en modernas series de televisión, que llegó a ser decano de la Facultad de Medicina en París. Eran tiempos, como ahora, en que los jóvenes investigadores emigraban para enriquecer el conocimiento humano.

Y si se quiere avanzar en la respuesta a la pregunta "¿Es la ciencia masculina?", puede verse en el correspondiente módulo a la doctora Manuela Solis, la primera ginecóloga valenciana y rara avis en un tiempo en el acceso de la mujer a la universidad no estaba socialmente contemplado. El instrumental que usaba puede verse junto a la foto de la pionera y una orla de 1918 en la que sólo aparece una mujer entre decenas de médicos titulados; en otra orla de los años 60 las licenciadas no superan la docena. Completan el módulo varios equipos de difracción de rayos X de los años 50 asociados al papel que Rosalind Franklin tuvo como precursora de la secuenciación del ADN. 

Espectroscopio mostrado en la exposición del Palau de Cerveró sobre Ciencia y sociedad.
Espectroscopio mostrado en la exposición del Palau de Cerveró sobre Ciencia y sociedad.

Y si alguien está interesado en saber por qué en la Universitat de València fue la única que  en 1909 rindió homenaje a Darwin en el primer centenario de su muerte, puede detenerse en el módulo que intenta responder a la pregunta de si es la ciencia apolítica. La exposición cuenta con piezas de la colección de instrumentos científicos y médicos de la Universitat de València, así como con material procedente de su patrimonio bibliográfico y documentos audiovisuales. En total, la colección dispone de más de 1.800 piezas, que tal y como ha señalado el vicerrector Antonio Ariño, “continúan creciendo, con distintas donaciones de médicos, que la hacen estar viva y en constante evolución". 

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Pedro Ruiz-Castell, coordinador del comité científico, se ha referido al trabajo que realizan los investigadores del Instituto de Historia de la Medicina y de la Ciencia López Piñero, y que la muestra pretende divulgar, "mediante una serie de cuestiones que permitan al visitante aproximarse a la historia de la ciencia de manera diferente”. Junto a ellos ha estado el comité científico responsable de la exposición, formado por José Ramón Bertomeu Sánchez, Ximo Guillem Llobat, Àlvar Martínez Vidal y Pedro Ruiz-Castell, todos ellos investigadores del Instituto.

 La exposición Colección científico-médica de la Universitat de València se divide en dos grandes muestras temáticas. Tras la inaugurada este jueves en el Palau de Cerveró,  se inaugurará en febrero la segunda en la Facultad de Medicina y Odontología.

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