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EH Bildu presenta su sociedad

El ‘gobierno’ de Mintegi apuesta por la transformación desde la soberanía

Al fondo, el equipo de gobierno de EH Bildu ante las primeras filas de asistentes al acto de Bilbao.
Al fondo, el equipo de gobierno de EH Bildu ante las primeras filas de asistentes al acto de Bilbao.santos cirilo

EH Bildu viene para romper los moldes establecidos. Ayer, en el acto de presentación en Bilbao ante la sociedad vasca del equipo de gobierno que nombrará Laura Mintegi si es elegida lehendakari, pulverizó intencionadamente de un plumazo los estereotipos de las negritas de uso social: juventud, apenas cinco corbatas entre 500 invitados, ningún empresario de proyección reconocida y el nomenclátor restante, reducido a las caras ilustres y los recién llegados a la familia tradicional abertzale, junto a las nuevas promesas. Entre ellos, desde su diputado general, Martin Garitano, a congresistas en Madrid como Rafa Larreina, Onintza Enbeitia o Jon Iñarritu, hasta el escultor Nestor Basterretxea pasando por los cuadros que compone una amplia nómina de profesores universitarios y de cargos políticos y sindicales. El cambio radical de los usos y costumbres se visualizó así por la vía de los hechos.

En una sala del Paraninfo de la UPV desbordada, los once consejeros de EH Bildu mantuvieron el guión con el que se dieron a conocer durante su estreno en Vitoria. La línea argumental parte de la imperiosa necesidad de acometer una transformación de la sociedad en cada una de las áreas de gobierno que debe tener su pivote en la conquista de un ámbito de soberanía.

Cada uno de los componentes de este equipo, donde se entrecruzan notables diferencias en la edad, la procedencia, la experiencia “e incluso de altura”, como apostilló la propia Mintegi, comparten la misma motivación: en el actual marco competencial, no hay nada que hacer. Vayamos a la independencia. Desde ahí construyen el cuadro argumental de la filosofía de gestión de su hipotético gobierno.

En la sucesiva intervención de cada uno de los once consejeros se escucharon — en bilingüe y con una única excepción totalmente en euskera— una cascada de voluntades programáticas, salvo en Economía donde su responsable, Xabier Olano, recordó que hablaba de compromisos concretos, los que Bildu está poniendo en práctica en Gipuzkoa. Eso sí, en cuestiones nucleares para el ideario abertzale una concisión meridiana: soberanía como punto de partida, moratoria para las grandes infraestructuras, sistema penitenciario propio, defensa de los servicios públicos, primacía del euskera y la potenciación de aquellos valores que aglutinen la sensación de pertenencia a un país.

En su viabilidad, EH Bildu pone como ejemplo la necesidad de huir de la dependencia de las actuales estructuras que en cuestiones como la económica arrastran a Euskadi y, así, alienta la alternativa independentista en un área tan crucial.

Pero nadie habló de forzar los ritmos, sino de compartir el horizonte. Es cuando llega Laura Mintegi y acompasa los tiempos. La candidata a lehendakari, sin refugiarse en los papeles desde el micrófono, escogió el estilo directo para hablar ante una audiencia que tan bien conoce de que lidera una candidatura fundamentada en la “participación” y que su apuesta consiste en “alcanzar un acuerdo entre todos” en un escenario político que no etiquetó, pero en el que quiere “paz y justicia social”.

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