Elena Trapé: “El cine español está lejos de ser paritario”

Cinco años después de Las distancias, la directora Elena Trapé (Barcelona, 1976) acaba de estrenar Els encantats, ambientada en un pueblo del Pirineo catalán, donde su protagonista, interpretada por Laia Costa, se enfrenta a una ruptura demoledora y empieza a afrontar el futuro que le espera.

¿Por qué abundan tanto las huidas al campo y la montaña en el último cine español? En nuestro caso, la montaña cataliza muchas cosas que suceden a la protagonista, porque la confronta con su dolor. Todo lo que aparece en la película es real, no hemos cambiado los nombres y hemos intentado que la historia se integrase en el territorio. A pesar de eso, soy consciente de estar mirando ese entorno rural desde la experiencia estética idealizada que tenemos la gente de ciudad.

Su película alterna catalán y castellano. ¿Por qué el cine español se vuelve bilingüe? Por fin nos atrevemos a reflejar la realidad lingüística que vivimos en muchas zonas del territorio nacional. Sin complejos y también con respecto a los distintos acentos. Me considero muy afortunada de ser bilingüe.

Se habla sin cesar de una feminización del cine español. ¿Hasta qué punto es real? Es un titular fruto del éxito de algunas películas maravillosas que ponen en el centro de la historia personajes femeninos o aportan nuevos puntos de vista por el hecho de haber sido escritos o dirigidos por una mujer. Pero la presencia de directoras y jefas de equipo está aún lejos de ser paritaria.

Dirigió Las distancias y luego Élite. ¿Es esquizofrénico? Para nada, es divertidísimo. He aprendido mucho en todos los proyectos de ficción de televisión en los que he participado. Encontré la manera de rodar Els encantats gracias también a la experiencia de haber estado en series como Rapa o Élite.

¿Qué ha aprendido usted de sus rupturas? Que una retirada a tiempo es una victoria. Y que es un infierno cambiar la funda del nórdico sola.

¿Cuál es la mejor crítica que ha recibido? Un espectador del Festival de Tarazona nos dijo, después de ver Las distancias, que ese era un festival de comedia y que él no se había reído nada con la película.

¿Y la más demoledora? Lo más demoledor es generar indiferencia.

¿Quiénes son sus tres cineastas de referencia? Kelly Reichardt, Luca Guadagnino, Hiro Murai.

¿Cuál es la película que ha visto más veces? Kramer contra Kramer.

¿Y una que le recuerde a su infancia? Había dos que mi hermana y yo nos sabíamos de memoria: What’s New Pussycat? y Siete novias para siete hermanos.

¿Qué actriz querría que la interpretara en un biopic sobre su vida? Pues hoy diría que Olivia Colman.

Elija uno: Pedro Almodóvar, Víctor Erice, Pilar Miró. Pedro Almodóvar.

Elija uno: J. A. Bayona, Albert Serra, Isabel Coixet. Isabel Coixet.

¿Un estreno reciente que le fascinara? Nunca llueve en California (Palm trees and power lines), la ópera prima de Jamie Dack, en Filmin. Me pareció una película sobria, delicada y demoledora. Los actores están maravillosos. Me encantó.

¿Qué no soporta en una película? Que todo parezca de cartón piedra o que se tome muy en serio.

¿Con qué actor o actriz sueña con trabajar? Con Matthew Macfadyen, el Tom de Succession. Qué complicado defender ese personaje tan absurdo y extremo. Fan.

¿Qué cineasta admirado por todo el mundo le parece más bien del montón? Alexander Payne.

¿Qué libro le gustaría adaptar al cine? Sabrina, la novela gráfica de Nick Drnaso.

Cite sus tres series favoritas de todos los tiempos. El ala oeste de la Casa Blanca, A dos metros bajo tierra, Friends.

¿Qué libro tiene ahora mismo en su mesilla de noche? El retrato de casada, de Maggie O’Farrell.

¿Y uno que no lograra terminar? En la tierra somos fugazmente grandiosos, de Ocean Vuong.

¿Cuál es su librería de referencia? En Barcelona, Terranova, Sendak y La Central.

¿Un músico al que admire especialmente? Franco Battiato.

¿Qué canción que suena en bucle en su cabeza en este momento? Heart of Mine, de Calvin Love.

¿En qué museo se quedaría a vivir? En el Prado.

¿Tiene algún placer culpable en materia cultural? El programa de los gemelos que reforman casas.

¿Qué trabajo no aceptaría jamás? No podría trabajar nunca como médico o sanitaria. Soy demasiado hipocondríaca y aprensiva.

¿Qué está socialmente sobrevalorado? El éxito.

De no ser directora, le habría gustado ser… Heredera de una gran fortuna.

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