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Zaida Carmona: “Vi ‘Tacones lejanos’ a los seis años y me dejó marca”

La cineasta ha dirigido una de las sorpresas del año en cine de autor, ‘La amiga de mi amiga’, comedia de enredo lésbica que sucede “en los baños, las camas y las calles de Barcelona”

Zaida Carmona
Juan Naharro Gimenez (GETTY IMAGES)

Ha rodado una comedia romántica lésbica. ¿Le falta humor y ligereza al cine LGTBI?

Le falta humor y ligereza a mucho cine en general. Las lesbianas hemos sido representadas o desde una mirada cishetero o como personajes atravesados por el drama. Era importante celebrar nuestra identidad desde otro lugar. Celebrarnos, reírnos de nosotras mismas y, por qué no, hacer activismo desde lo aparentemente ligero.

La rodó casi sin apenas presupuesto. ¿Lo suyo es cine de guerrilla o cine kamikaze?

Kamikaze, sin duda. Nos ha salido bien la jugada, pero trabajar en los márgenes hasta este extremo podría habernos condenado a la invisibilidad. Hacer la película desde este lugar le ha dado libertad, frescura y valentía, pero estaría bien hacer una segunda película que no fuera tan precaria. Y que no nos precarizara tanto...

¿Por qué no hay ningún hombre en su película, con una sola excepción?

Por realismo mágico, por fabricar una isla queer como una especie de fantasía. Por revelarnos a través de la invisibilidad a la que parece que estemos condenadas. Hay alguna excepción —un actor, algún miembro del equipo técnico—, pero sí está pensada como una fantasía bollera.

¿Es su película un cuento moral como los de su admirado Rohmer?

Más bien un cuento amoral…

¿Cuál es la mejor crítica que ha recibido?

Carlos Vermut dijo sobre La amiga de mi amiga que hay películas en las que uno se podría quedar a vivir para siempre, porque le llevan a un lugar en el que todo es mejor. Me emocionó bastante.

¿Y la más demoledora?

En Letterboxd hay cosas fuertecitas. Por ejemplo: “La protagonista más insoportable que he visto en mucho tiempo”

¿Quiénes son sus tres cineastas de referencia?

François Ozon, Céline Sciamma y Pedro Almodóvar, por decir tres. Y luego, John Cassavetes a la cabeza, claro.

¿Cuál es la película que ha visto más veces?

Todo sobre mi madre.

¿Y una que le recuerde a su infancia?

También voy con Almodóvar. Mi hermana me llevó a ver Tacones lejanos por error, cuando yo tenía 6 años. Y me impactó muchísimo, me dejó marca, como puedes imaginar.

¿Qué actriz querría que la interpretara en un biopic sobre su vida?

Si me pongo en modo narcisista con delirios de grandeza, Tilda Swinton.

¿Un estreno reciente que le fascinara?

Una bonita mañana, de Mia Hansen-Løve.

¿Qué no soporta en una película?

La pretensión malograda.

¿Con qué actor o actriz sueña con trabajar?

Con Marisa Paredes.

¿Qué cineasta admirado por todo el mundo le parece más bien del montón?

El Paul Thomas Anderson de Licorice Pizza.

¿Qué libro le gustaría adaptar al cine?

Estoy acabando Un lugar para Mungo, de Douglas Stuart. Y creo que en él hay una película fascinante y desgarradora.

Cite sus tres series favoritas de todos los tiempos.

Ally McBeal, por nostalgia. Girls, por ser pionera. Y Killing Eve, por Villanelle y por Phoebe Waller-Bridge.

¿Y cuál fue la última que vio del tirón?

Autodefensa, en Filmin.

¿Qué libro tiene ahora mismo en su mesilla de noche?

Ana no. Mi novia está arrebatada con Agustín Gómez Arcos y necesita que lo lea.

¿Y uno que no lograra terminar?

Demasiados, soy un desastre. Parece mentira, pero he dejado Cuentos de los Mil y un Rohmer, de Françoise Etchegaray, a medias.

Recomiéndenos un cómic.

Cappuccino Commotion, de Rosa Navarro.

¿Cuál es su librería de referencia?

La Llibreria Calders, en Barcelona.

¿Un músico al que admire especialmente? (y por qué)

Carlos Berlanga.

¿Qué canción que suena en bucle en su cabeza en este momento?

Canciones tristes, de Daniela Spalla.

¿En qué museo se quedaría a vivir?

Por cercanía, me interesa mucho todo lo que sucede en el CCCB de Barcelona. Allí asistí a una charla inolvidable con Angela Davis.

¿Tiene algún placer culpable en materia cultural?

Las comedias románticas malísimas y heteropatriarcales son mi droga.

¿Cuál es su personaje histórico favorito?

Me fascina Hedy Lamarr. La primera película que protagonizó, Éxtasis, fue la primera en mostrar un orgasmo, tuvo una vida personal terrible (fue secuestrada por su marido), y fue la inventora de los sistemas que luego devendrían en wifi o bluetooth.

¿Qué trabajo no aceptaría jamás?

Trabajar para un partido político de derechas.

¿Qué está socialmente sobrevalorado?

El trabajo.

¿A quién le daría un Goya de Honor?

A Marta Balletbò-Coll, por justicia poética.

De no ser directora, le habría gustado ser…

Psicóloga, probablemente. Para obsesionarme, aún más, con los apegos.

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