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Pablo Beltrán, jefe negociador del ELN: “Vamos a buscar un cese al fuego bilateral”

El jefe de la delegación de la guerrilla en las negociaciones con el Gobierno colombiano da su primera entrevista a un medio tras la reinstalación de la mesa

Gobierno de Colombia y ELN reinician diálogo de paz en Caracas
Pablo Beltrán en el dialogo de Paz entre el gobierno de Colombia y el ELN, en Caracas, el 21 de noviembre.Rayner Pena R (EFE)

Israel Ramírez Pineda, más conocido como Pablo Beltrán, es el jefe de la delegación de la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) en las negociaciones con el Gobierno que se iniciaron este lunes. Con 68 años, entró al ELN en los años 70 del siglo XX, cuando estudiaba ingeniería de petróleos en la Universidad Industrial de Santander, en Bucaramanga, y es miembro de su Comando Central desde 1989. Negociador de esa guerrilla en varios intentos fallidos por alcanzar un acuerdo, esta es su primera entrevista a un medio de comunicación desde el reinicio de las negociaciones. En diálogo telefónico con Caracol Radio dice que recibe positivamente la presencia de José Félix Lafaurie como negociador del Gobierno, aunque espera que se traduzca en hechos de apoyo a la negociación.

Pregunta. Este es el décimo presidente de Colombia que trata de hacer un proceso de paz con el ELN, ¿Por qué esta vez es distinto?

Respuesta. Es distinto porque este Gobierno ha manifestado públicamente que va a hacer un trabajo por sacar adelante una paz verdadera y definitiva. Entonces tenemos interlocutor que tiene empeñada su palabra y con un mandato muy de todo el estallido social del año anterior. Ese grito de Colombia para que haya cambios es un mandato que hay que cumplir. Nosotros acabamos de hacer unas consultas internas que concluyen que el ELN debe seguir comprometido en buscar una salida política al conflicto.

P. El ELN ha hablado de un viraje del Gobierno que haría más fácil avanzar en la negociación ¿Cuál es?

R. Vemos que el Gobierno busca tener unas coaliciones muy amplias para concretar sus programas y que ha comprometido a las fuerzas militares. O sea, no solamente hay voluntad política sino un esfuerzo de movilizar distintos sectores para sacar adelante la paz.

P. ¿Cómo ven la participación en la mesa de José Félix Lafaurie, de extrema derecha y casado con la senadora María Fernanda Cabal, del Centro Democrático?

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R. Fue una sorpresa encontrarnos con él acá. Pero si los más refractarios a los procesos de paz de buena fe dicen ‘bueno, vamos a buscar una solución política’ y la delegación del Gobierno tiene la tarea de recoger los aportes del sector de derecha que ha manifestado públicamente que quiere trabajar por la paz, le damos un compás de espera para que se traduzca en hechos. La paz es un asunto de construcción colectiva, una visión común y no solamente la del Gobierno.

P. ¿Se siente cómodo teniendo a una persona como él de contraparte?

R. A mí me tocó hablar con el anterior jefe de los ganaderos, el señor Visbal Martelo, por allá en 1998. El diálogo es hablar con los adversarios.

P. ¿Por qué la insistencia de tener a Violeta en la delegación del ELN?

R. Desde la época del presidente Uribe cuando, acorde a la Ley 418, se comenzó a usar la figura del gestor de paz. Eso se mantuvo con Santos y Duque, tiene varias décadas. Con este Gobierno una de las primeras cosas que acordamos era tener nuevos gestores, que son guerrilleros que están en las cárceles y se les excarcela para que trabajen. Eso con un estatuto ya convenido; por ejemplo, para salir del país tienen que tener permiso un juez.

P. La Fiscalía dijo a Caracol Radio esta mañana que no sabían de esa autorización para salir y el ministro de Justicia dijo el lunes también en Caracol Radio que Violeta no tenía ese permiso ¿Quién lo gestiona?

R. Esa respuesta la tiene que dar el Gobierno.

P. ¿Por qué ella es importante?

R. Cuando ocurrió el atentado del Centro Comercial Andino ella no estaba en Bogotá. Luego se montó una persecución judicial, ella decidió refugiarse en un frente y le dimos refugio. Ella sí era del MPR, el grupo al que llevaron a juicio y después lo liberaron porque no había pruebas, no del ELN. O sea, el proceso se convirtió en un montaje judicial.

P. Las víctimas del atentado están muy indignadas por su participación como gestora de paz. Han pedido al Gobierno que las escuche y que puedan participar en los diálogos ¿esto no terminó generando una provocación?

R. Nosotros no hacemos eso para molestar o para polarizar. Valoramos el dolor de las víctimas, nos parece bien si el Gobierno considera que tienen un espacio de participación y es legítimo que reclamen que haya justicia, y que el caso se esclarezca. Para eso está el sistema judicial.

P. La mesa de diálogos con el Gobierno anterior se levantó por el atentado a la Escuela General Santander ¿El ELN está dispuesto a un cese al fuego unilateral?

R. El mejor escenario es que las mesas se hagan con un cese bilateral. Lo vamos a buscar. No está escrito en la agenda pero es la intención que hemos manifestado ambas partes.

P. ¿Cómo se sentiría el país en un cese cuando están actuando el clan del Golfo y otros grupos armados?

R. Ese es un problema del Comisionado de Paz, hablar con todos estos sectores. El Gobierno ha dicho que con ellos hará un proceso de acogimiento, de sometimiento a la justicia. Nosotros haríamos un cese bilateral y el Gobierno tiene que tramitar el resto de casos. Uno espera que todo eso sume a crear tranquilidad y estabilidad.

P. Ya hay un tribunal transicional que nació del Acuerdo con las FARC ¿Ustedes irían a la JEP o van a proponer la creación de un nuevo modelo?

R. El principio rector de este asunto está en el punto cuatro de la agenda, que se llama satisfacer los derechos de las víctimas. Es un asunto de verdad, justicia, reparación y real garantía de no repetición. Cualquier cosa que haga el ELN va a buscar honrar esos principios, porque en el centro están todas las víctimas, porque todos los dolores son iguales. La JEP obedece a un acuerdo con las FARC; nosotros no lo firmamos.

P. Bueno, ¿qué participación puede tener Venezuela, además del acompañamiento, sabiendo que el ELN tiene una presencia muy fuerte en la frontera?

R. Es muy importante recalcar esto: las comunidades en la frontera son binacionales, pero el ELN no es binacional, somos una guerrilla colombiana. Otra cosa es que hemos tenido presencia en esos 2200 kilómetros de frontera e incluso en Venezuela desde hace varias décadas. Los diálogos que hicimos en 1991 se hicieron acá en Caracas. Venezuela siempre ha tenido la hipótesis de que si ayuda a la paz de Colombia, también se beneficia, algo legítimo. Ese es el papel de Venezuela en este momento como garante.

P. Usted está en Caracas ¿Van a viajar a Cuba o se van a quedar allá?

R. La decisión es que la mesa tenga unas sedes rotativas. Parte de los temas que tenemos que tratar es cómo vamos a hacer las rondas el año entrante. No hemos llegado a ese punto.

P. Hay muchas inquietudes sobre la influencia del Comando Central sobre todos los frentes del ELN.

R. Acabamos de salir de mes y medio de consultas internas con toda la estructura del ELN. Si no tuviera el apoyo, no representaría al ELN.

P. No es que no los represente, porque usted ha sido comandante del ELN siempre. Lo que quiero saber es qué tanto caso le hacen las estructuras de una guerrilla casi federal.

R. Cuando el ELN afirma cosas en la mesa, todas las estructuras están con él. Pregúntele a Juan Camilo Restrepo lo que firmó con la venia de su Santidad el Papa Francisco. Está demostrado que cumplimos al 100% y que el Gobierno no cumplió la mayoría de sus compromisos.

P. ¿Ustedes van a buscar representación política a través de curules en el Congreso?

R. No, no nos interesa. Para nosotros lo importante es de que la gente participe, diga qué cambios hay que hacer y se comprometa con este proceso.

P. ¿Usted no sueña con ser senador o apostarle a alguna alcaldía?

R. Dios me libre.

P. ¿Entonces qué buscan?

R. Somos un proyecto político y militar que comenzó con el comandante Camilo Torres. Todo eso está vivo y tiene que seguir. La idea es que haya cambios para que la gente esté mejor y el país sea más soberano. Esos propósitos no cesan porque estemos en una mesa de negociaciones.

P. Anoche el expresidente Iván Duque dijo “al ELN, cuando se le da la mano, va por el codo y por el cuello”.

R. Pues es que no nos dio ni el meñique.

P. Pero la mesa que instalaron con el Gobierno Santos se levanta por la bomba de la Escuela General Santander, un atentado durante el proceso de paz…

R. Pero estas mesas se hacen para que se acabe el conflicto. Todo el mundo dice que el ELN le hizo uno u otro ataque, pero mire la cantidad de asesinatos y masacres en las zonas donde ha estado el ELN. No podemos traer a la mesa ‘Oiga, que nos mataron a fulano hace años’. Los dolores son iguales y lo que hay que buscar es acabar el conflicto armado.

P. ¿Cuánto tiempo cree que se va a tardar este proceso?

R. No sé. Esperamos que el cuarto de hora que significa el Gobierno del presidente Petro lo aprovechemos para avanzar hasta donde nos sea posible. Eso sí, nos sentamos acá y hay que construir a partir de los avances que ya hay, y no comenzar de cero.

P. Lo veo muy optimista. Me alegra. Pero hay un problema grande y es que, a diferencia de los procesos anteriores, la gente no tiene entusiasmo, no les cree. Cuando un periodista habla de un proceso con ELN, la sensación es ‘Ay, otra vez no, eso no va para ninguna parte’ ¿Ustedes son conscientes de eso?

R. Aquí le voy a hacer una puya. Ustedes, los medios de comunicación, tienen que crear un ambiente para que la gente participe y le meta más el hombro. Si estigmatiza a los que llegan a hacer cambios, siembra la polarización y la desesperanza.

P. Nosotros no sembramos ninguna polarización, hacemos preguntas como en esta entrevista para que la gente lo escuche, para que tenga su visión. Pero sí hay una realidad de que el optimismo que había hace unos años ya no está.

R. Lo que yo hago es un llamado para que esto sea un esfuerzo de todos. Pero es cierto que esto más que hacer muchos anuncios es mostrar resultados. Ayer en la mesa decía vamos a hacer unos esfuerzos humanitarios en las regiones más azotadas, para que ofrezca alivios humanitarios.

P. ¿Cuál va a ser ese primer acuerdo al que van a llegar y que se anunciará en los próximos días? ¿Van a pedirle perdón al país por tantos actos de barbarie?

R. Lo primero es establecer un alivio humanitario región por región, va a ser el primer acuerdo. Frente a lo del perdón, creo que cada vez que el ELN se equivoca, ponemos la cara. No necesitamos del Dios del juicio para reconocer errores, y queremos que eso también lo hagan las élites. Hace unos años unos voceros de las élites pedían que se arrepintiera la guerrilla. De buenas a primeras dejaron de decirlo, calculo que para no tener que arrepentirse [ellos tambien]. Todos tenemos que cambiar, reconocer cosas muy graves y prometer que no se van a repetir. Y todos debemos pedirles perdón a las víctimas.

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