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La manipulación emocional de los hijos en un divorcio hace que actúen como intermediarios de mensajes y críticas, asumiendo así una carga que no les corresponde.

La manipulación de los hijos tras un divorcio: un precio emocional que los menores no deberían pagar

Las disputas entre progenitores en procesos de separación afectan profundamente la estabilidad emocional de los menores, que quedan atrapados entre los conflictos de los adultos. Entre las consecuencias de esta conducta, los niños pueden padecer alteración de la autoestima, incapacidad de gestionar conflictos, ansiedad, aislamiento o bajo rendimiento escolar

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