2014
17 de julio de 2014 , Nueva York Eric Garner
Eric Garner no murió de un disparo. El hombre, de 43 años, fue acusado por varios agentes —todos ellos blancos— de vender ilegalmente cigarrillos en una calle de Nueva York. La discusión termina con Garner en el suelo mientras uno de los policías le agarra por el cuello para reducirle. La técnica no está permitida. Garner, que tiene problemas respiratorios, pronuncia once veces seguidas “I can’t breathe” —no puedo respirar— y muere a los pocos minutos. La escena, grabada por un testigo, permite que las palabras de Garner enciendan un movimiento contra la violencia policial. El informe médico calificó su muerte de homicidio, pero la policía no acusó al agente y finalmente cerró el caso con un acuerdo extrajudicial con la familia, casi un año después.