Martina Correia y Victoria Davis
Todos somos Troy Davis (EE UU)
Familia de Troy Davis, 42 años, ante su casa en Savannah (Georgia). Troy, acusado sin pruebas convincentes de matar a un policía en 1989, ha estado tres veces en el corredor de la muerte.
"Soy Troy Davis", dice la camiseta que luce Martina. Al fondo, su madre, Victoria, y su sobrina. El concepto de que todos podemos ser Troy es la base de la campaña de AI por su liberación y para acabar con la pena de muerte en el único país de América que todavía la aplica. La Corte Suprema de EE UU no ha considerado las irregularidades en su caso. Solo queda que el Estado de Georgia le conmute la pena por perpetua. "Nos oponemos a la ejecución premeditada de un ser humano por el Estado en nombre de la Justicia en todos los casos, sin excepción". En 2010, en China hubo más de mil ejecuciones; en Irán, 253; en EE UU, 46. "En EE UU existe una pauta persistente y generalizada de violaciones de derechos", opina AI.
ígor Sutyagin
El científico ruso acusado de espía
Nacido en 1965, fue miembro del Instituto de Estudios sobre EE UU y Canadá de la Academia Rusia de Ciencias. Arrestado en 1999 y condenado en 2004 a 15 años de prisión por 'traición'. Tras las presiones fue deportado al Reino Unido en 2010.
Experto en sociología militar, le acusaron de pasar datos a China en un programa de cooperación universitaria... Desengañado, perdido en la monumentalidad de Oxford (Gran Bretaña), recién llegado en una suerte de intercambio de espías, siente como una losa su vida malgastada; pasó la última década sin investigar, no tiene trabajo, está solo. Denuncia con sarcasmo a "la nueva Rusia", que detiene científicos sin más, de los que nadie se ocupa ("Ni siquiera AI", dice) porque el Gobierno vende normalidad. Y da una lista: Valentin Danilov, Ígor Reshetin, Mikhaíl Ivanov, Aleksandr Rozhkin... Según AI, en Rusia hay 7.000 presos de conciencia
Valdenia Paulino
Defensora de Derechos Humanos (Brasil)
Nacida en São Paulo, 43 años, abogada, luchadora por los derechos en las favelas de su ciudad. Amnistía tuvo que sacarla de allí con el programa de protección temporal de defensores.
Comandante Caipiriña, la llaman en AI. Menuda, capaz de mover montañas, tan popular, que cuando se casó con Renato, exmisionero comboniano, tenía 17 parejas de padrinos, y tan amenazada, que llegó en secreto a su boda, pero bailando samba. Corre ahora sin descanso tras jueces, asistentes sociales, por la oficina de su organización (CEDHOR), por favelas o entre los rascacielos de esa alucinación de desigualdad que es João Pessoa (como Brasil entero). Un no parar. Salió de su São Paulo añorado amenazada por la policía, los narcos, los escuadrones: "Juntos o por separado". Jugaron con ella, lo mínimo, a la ruleta rusa. Sonríe, pero sus ojos guardan lo oscuro.
Ascensión Anguita
El mapa del cuerpo
Separada, 55 años. Víctima de violencia psicológica, amenazas y agresión mortal por parte de su exmarido.
Fue en 2000, él la atropelló en Sevilla y le asestó 15 puñaladas: "También en el cuello". Lo recuerda bien. "Me salvé por un médico cercano que me pinzó la carótida". Ascensión tiene su vida grabada en las líneas de su cuerpo. Cicatrices brutales. El día, el lugar, la hora. "No voy de víctima", dice. Pero vive con ello cada segundo, difícil expulsar el bicho cuando está dentro, insegura, se siente vacía, sin autoestima. "Tardé tres años en poder mirarme a un espejo". Ahora ha adelgazado 15 kilos, quiere tomar aire, reiniciarse, porque dice que está inválida, sin oficio ni beneficio. Anda medicada y siempre apegada a sus hijas. Amnistía puso en marcha una campaña contra la violencia de género en 2004.
María Ubilerma / Luz Marina Bernal
Madres de Soacha (Colombia)
Sus hijos, Jaime Steven Valencia, de 16 años, y Fair Leonardo Porras, de 26, fueron asesinados por miembros del Ejército colombiano en 2008, en Córdoba, haciéndoles pasar como guerrilleros para cobrar, así, la recompensa oficial.
Los llaman 'falsos positivos': 3.193 asesinados, siempre de zonas deprimidas. Una veintena, de Soacha (cerca de Bogotá), chavales que nunca habían salido de allí, a los que no costaba convencer con promesas de trabajo. Las madres de Soacha pasaron por Madrid para reclamar justicia. Hablaron ante el Consejo General Federal de Amnistía (en noviembre). Y el aire se cortó con sus palabras: "Yo lo sentí; supe un día que mi hijo estaba muerto". Hubo destituciones en el Ejército y poco más. AI instó al Gobierno colombiano a investigar en profundidad y garantizar la seguridad de los familiares que son amenazados aún hoy sistemáticamente para que callen.
Marcos Ana
El preso franquista
Salamanca, 1920. Fue comisario político del PCE; 23 años preso de la Guerra Civil.
Considerado un símbolo de la represión por Amnistía, fue condenado a muerte dos veces, pasó de ser el preso franquista más tiempo encerrado a convertirse (en 1961) en ciudadano libre y aclamado, querido por todos. "Y por las mujeres, más", se ríe, mostrando en fotos lo buen mozo que era. "Y de ahí, al hombre más besado de España", le decía Alberti. Desprende un amor por la vida sin igual, tiene verbo agilísimo, memoria intacta, es engatusador... Conocerle desvela por qué sobrevivió tan bien a tan largo encierro: escribir le salvó. Habla de sus errores y logros con tranquilidad. No tiene cuentas pendientes con la vida. No se queja de la que le ha tocado. Y no para de viajar, dar charlas y contar lo que representa una cárcel para un ser humano.
Celestine AkpoBari
El petróleo o la vida
Port Harcourt, Nigeria. 38 años, opositor, miembro de Mosop y Social Action.
Amenazado, viviendo "minuto a minuto", ha llegado a Madrid Celestine desde Nigeria, décimo productor de petróleo del mundo. Para dar testimonio de las penurias del pueblo ogoni en una suerte de lucha de David contra Goliat, como suelen ser las indígenas: un pueblo de menos de un millón de personas contra las poderosas petroleras que "esquilman, explotan, contaminan desde hace medio siglo y nos expulsan de las tierras...". La que fuera lucha del escritor Ken Saro Wiwa y otros ejecutados por defender su territorio en 1995 sigue abierta. Una de las peores catástrofes ecológicas del mundo que, a ojos occidentales, ni existe. AI publicó su informe 'Nigeria, petróleo, contaminación y pobreza en el delta del Níger' en 2009.
Anne Fitzgerald
Investigadora de guerra
Dublín (Irlanda), 52 años. Periodista; en AI desde hace dos décadas.
Trabajó sobre el terreno durante años en Haití, Guatemala, Palestina... se encargó del programa de defensores de derechos humanos y luego de la ley de guerra y de conflictos: "Aprendíamos sobre la marcha, sobre todo en Palestina". Y tras el 11-S, en la llamada "guerra contra el terror", cuando EE UU pedía cambiar la legislación entera. "Fue investigando los desaparecidos cuando surgieron los cabos de los vuelos secretos de la CIA".
Camilo Mejía
El primer desertor en Irak
Nicaragua, 1975, exsargento del Ejército de EE UU, condenado a un año de cárcel por deserción en 2004. Preso de conciencia de AI.
Ha escrito un libro, Road from Ar Ramadi, donde cuenta su rebelión privada tras ser enviado a Irak y rehusar volver en 2003 a una guerra que consideraba injusta. Objetor de conciencia, se convirtió, tras cinco meses en el frente, en el primer soldado que desertó. Lo que vio no le gustó. Fue condenado a un año de cárcel. Miembro de una organización, www.ivaw.org, para detener la movilización de soldados con traumas.
Diaa el Din
'Bloguero' egipcio propalestino
25 años, detenido en 2009 por crear un 'blog' y expresar oposición a Mubarak y a Israel. AI lanzó una acción urgente para localizarle. Fue torturado.
La plaza Tahrir (abajo, El Cairo), convertida en lugar de encuentro, puro ambiente de Transición española, para Diaa y Yasmine y Abdu... Universitarios, de vaqueros, ellos, y pañuelo, ellas; profundamente jóvenes, religiosos, politizados y propalestinos; clase media amante de la revolución. "Aire contaminado, política contaminada". "Metáfora", dicen, de "30 años Mubarak". Por criticarlo, Diaa acabó en la cárcel.
Horia Mosadiq
Luchadora en Afganistán
Kabul, 35 años, periodista, casada, tres hijas. Presidenta de la Foundation of Solidarity for Justice. Amenazada ella y su familia, AI la rescató.
Afable y seria, muy implicada con las víctimas de guerra, vivió de pleno el furor talibán, fue amenazada y se exilió con su marido y tres hijas a Londres. Ha pasado de ser víctima apoyada por AI a ser investigadora de la ONG, que ha roto con ella una norma: ningún investigador podía ocuparse de su país. Hasta que la conocieron: "De vez en cuando aparecen joyas así". Ella habla distintas lenguas y conoce bien a los "perpetradores", aún en el poder.
Weja Chicampo
Desde Guinea hasta Lugo
Detenido en Malabo desde 2004 por el ejercicio pacífico de sus ideas, nunca fue juzgado. Indultado y expulsado del país en 2006. Vive en Madrid.
El grupo de AI de Lugo adoptó a Weja, de etnia bubi, del Movimiento para la Autodeterminación de la isla de Bioko (rica en petróleo) en Guinea Ecuatorial. Amenazado de muerte, expulsado y preso varias veces desde los noventa, supo de los de Lugo por una radio en prisión. "Pensé: estoy salvado, ya no soy un desaparecido". Con aspiraciones políticas: "La libertad de los partidos en mi país es una fachada".
Shao Jiang
Represaliado en Tiananmen
43 años, participó en las revueltas de 1989. Exiliado en Londres, profesor de Sociología en la Universidad de Westminster, no puede regresar a China.
Siempre fue investigador. Es calmado, menudo, callado. Analizaba en China los medios underground, aprendió así a tener una visión crítica. Y luego: "28 millones en todo el país; en Tiananmen, 2 millones, y sin Facebook". Con la represión tuvo que ocultarse, fue detenido 18 meses; salía, escribía, criticaba, y de nuevo a prisión, así 40 veces... Salió por Hong Kong hasta Suecia en 1997 como refugiado y comenzó su relación con AI.
Normando Hernández
Cartas de Albacete a Cuba
Colón (Matanzas), 41 años, periodista, preso del grupo de 2003 en Cuba, condenado a 25 años, exiliado con su familia a España desde 2010.
Tras conocer las detenciones de 2003, AI lanzó un comunicado: "Nos tememos que 77 de las personas detenidas sean presos de conciencia". Uno de ellos era Normando, que en la imagen aparece en el centro de Albacete junto a Armando Talavera, activista enorme del grupo de AI de esta ciudad, que crece y crece en miembros. Así, un preso cubano con un comerciante manchego dueño de una tienda de lencería que, sin más, se preocupa y ocupa de que está en prisión. Nunca se habían visto. "¿Así es que es aquí desde donde me enviabas las cartas?", pregunta el cubano en la oficina. Un encuentro impagable.