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El Celta se pierde en diez minutos

Los gallegos caen tras desperdiciar un gol de ventaja y regalar la remontada al Lens

Cuando el viento le parecía más favorable, el Celta se desvaneció sin motivo aparente y regaló al Lens una victoria que truncó la exitosa trayectoria europea del conjunto gallego. La derrota resultó especialmente dolorosa por el modo y el momento en que sobrevino. Mediada la segunda parte el Celta dominaba el partido con criterio y eficacia y alcanzó un gol que parecía fatídico para un Lens sin demasiadas respuestas. Pero, de súbito, el Celta perdió los papeles, concedió un penalti y regaló un gol que le tumbaron en un abrir y cerrar de ojos. Al Lens le bastó el arrojo para rebelarse ante su destino y frustró los sueños celestes.Un empate sin goles en el partido de ida de un torneo eliminatorio es siempre un resultado ambiguo e inconcreto, ya que no concede ventaja a ninguno de los rivales y suele constituir una invitación a la cautela. Ésa fue la sensación que se impuso anoche en la olla hirviendo del Félix Bollaert de Lens. La prudencia pudo más que el afán de vencer de ambos equipos y eso deparó un partido muy táctico, con mucha tensión y disputa en el centro del campo y escasez de incursiones en las áreas. Las únicas ocasiones en que ambos equipos se acercaron al gol en toda la primera parte nacieron de disparos lejanos.

LENS 2CELTA 1

Lens: Warmuz; Coly, Pierre-Fanfan, Ismael, Queudrue; Blanchard, Nyarko, Dacourt, Brunel; Sakho y Nouma.Celta: Pinto; Velasco, Cáceres, Sergio, Juanfran; Makelele, Giovanella; Gustavo López (Hoogendorp m. 74), Karpin, Revivo; y Mc Carthy. Goles: 0-1. M. 55. Revivo marca de falta con un tiro raso y pegado al poste. 1-1. M. 61. Ismael, de penalti. 2-1. M. 71. Nouma solo en la boca de gol. Árbitro: Paul Durkin, inglés. Amonestó a Nyarko, Coly, Giovanella, Pierre-Fanfan y Karpin. Lleno total, con más de 40.000 espectadores, en el estadio Felix Bollaert.

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"Estamos destrozados"

"Aquí es el infierno", avisaba una pancarta en español con la que se encontraron de frente los jugadores del Celta nada más saltar al césped. El fervor indesmayable del público y la actitud inicial del Lens parecieron un intento de confirmar esa advertencia. El Lens trató de intimidar en los primeros minutos, casi siempre con balones largos que buscaban la velocidad de sus dos puntas, Nouma y Sakho. Tal vez por la proximidad del Canal de la Mancha o por la tradición minera de la ciudad, el estadio del Lens desprende un inequívoco aroma británico. Y esa impresión se transmite también al juego del equipo, que se separa bastante del canon habitual del fútbol francés. El Lens es un conjunto vigoroso, rápido y robusto, y ésos fueron los argumentos que esgrimió en el arranque del partido.

Pero las embestidas iniciales del Lens se quedaron en simples fuegos artificiales. El Celta se empleó con serenidad y poco a poco los franceses fueron reculando hasta el centro del campo. En cierto modo, dio la impresión de que el partido se ajustó perfectamente a los planes previos de Víctor Fernández. Como siempre, el Celta trató de tener el balón, pero a la hora de jugarlo corrió muchos menos riesgos que de costumbre para evitar el contragolpe del Lens, muy aplicado en la presión sobre el rival.

El propósito del Celta era enfriar el partido y lo logró plenamente. Hasta la media hora, los gallegos prefirieron tocar en el centro del campo sin lanzarse a grandes aventuras en terreno francés. Fue en el último tramo del primer tiempo cuando el Celta se sacudió sus cautelas y pisó con cierta frecuencia el área rival. Para entonces, apenas quedaba nada del impulsivo Lens de los primeros minutos. Sus latigazos sobre la portería visitante eran cada vez más esporádicos.

La tendencia se hizo más acusada en el arranque del segundo tiempo. Cada vez más dueño del partido, el Celta fue abandonando su timidez y pronto dejó un serio aviso, en un pase adelantado de Giovanella a Revivo, quien se quedó de frente al portero y falló. Pero el israelí se resarció a la jugada siguiente. Una falta junto a la frontal del área le permitió exhibir su toque de zurda.

Justo cuando el camino de la victoria parecía despejado, el Celta perdió los papeles sin razón. Dejó que el Lens se recuperara de inmediato con un penalti cometido por Sergio. Lanzado por su público, el Lens se desmelenó y a falta de 20 minutos volvió a encontrarse con una graciosa concesión del Celta, que dejó solo en la boca de gol a Nouma para rematar un centro desde la izquierda. Aturdido por el inesperado y súbito guantazo, el Celta ya no fue capaz de levantarse.

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